En aquellos días Ezequías cayó enfermo de muerte. Y vino a él el profeta Isaías hijo de Amoz, y le dijo: Jehová dice así: Ordena tu casa, porque morirás, y no vivirás. 2 Entonces él volvió su rostro a la pared, y oró a Jehová y dijo: 3 Te ruego, oh Jehová, te ruego que hagas memoria de que he andado delante de ti en verdad y con íntegro corazón, y que he hecho las cosas que te agradan. Y lloró Ezequías con gran lloro. 4 Y antes que Isaías saliese hasta la mitad del patio, vino palabra de Jehová a Isaías, diciendo: 5 Vuelve, y di a Ezequías, príncipe de mi pueblo: Así dice Jehová, el Dios de David tu padre: Yo he oído tu oración, y he visto tus lágrimas; he aquí que yo te sano; al tercer día subirás a la casa de Jehová. 6 Y añadiré a tus días quince años, y te libraré a ti y a esta ciudad de mano del rey de Asiria; y ampararé esta ciudad por amor a mí mismo, y por amor a David mi siervo.
Reyes 20:1-6-19
Pastor Jose Juarez
Notas de sermón:
El rey Ezequías que se le consideró como uno de los reyes buenos del reino del Sur de Israel, es decir del reino de Judá, el rey Ezequías no solamente fue uno de los reyes buenos, sino que fue el mejor de todos los reyes de Judá. Pero como en todo ser humano, hubo un momento en su vida, en el que la crisis y la angustia le llegaron, por una enfermedad, pero no era una enfermedad cualquiera, era una enfermedad de muerte, incluso el profeta Isaías le confirmó de parte de Dios que moriría de esa enfermedad. Y ahora por medio de la escritura quien nos presenta ese tiempo de enfermedad que el rey Ezequías enfrentó, nosotros también debemos tomar varias lecciones muy importantes para que sepamos como resolver esos tiempos de crisis y angustia que llegan a nuestra vida.
El relato inicia mencionando “En aquellos días Ezequías cayó enfermo de muerte”. Generalmente a las personas no les gusta hablar de muerte. Pero sigue siendo parte de la vida. Es natural, es normal y es tan cierto que algún día moriremos. Pero algo que tenemos que hacer es SABER EXACTAMENTE qué será de nosotros después de la muerte. La Palabra de Dios dice: que está establecido que muramos y después de esa muerte venga un juicio. Hebreos 9:27
Para los cristianos, los que aceptan a Cristo en el corazón como Señor y Salvador y creen en Él han sido ya juzgados en la Cruz del Calvario por la muerte de Cristo y han sido ABSUELTOS DE TODA CONDENACION. Romanos 5:1
– Qué bueno sería, si supiéramos cuántos días más vamos a vivir.
– Saber de que vamos a morir.
– Saber en dónde vamos a morir
Nadie sabe eso… lo único que podemos hacer es asegurarnos a dónde queremos pasar la eternidad el día en que muramos.
¿Cuántos años más le gustaría a usted vivir, y para qué?
A Ezequías le llegó el fin de su vida y no tenía otra alternativa más que acatar lo que Dios había ordenado.
Qué hizo Ezequías? Se atreve usted a hacer lo mismo y decir lo mismo?
1.- Ordena tu casa: 2 Reyes 20:1
Si algún día decidimos ordenar nuestra casa y empezamos por revisar las gavetas de nuestros escritorios, o el closet, lo más seguro es que nos encontremos algunas sorpresas, cosas que hemos guardado: como lapiceros que ya no sirven, propaganda del comercio, cosas que ya no les damos utilidad, en el closet hay ropa que nunca usamos, algunos zapatos inservibles, etc. pero los guardamos y no sirven para nada y también hemos visto igual en algunas personas que han guardado en su corazón cosas que no valen la pena guardar. El pastor Oscar Flores dice: Hay personas que tienen guardados rencores, amarguras, resentimientos en contra de nuestra propia familia y amigos, y eso no nos permite vivir en paz, es necesario ordenar y limpiar nuestro corazón por medio del perdón. Veamos qué cosas más podríamos ordenar en nuestra casa. Es probable que encontremos cosas que les podríamos seguir dando utilidad. Pero les tenemos descuidadas, como un paquete de tarjetas con la presentación del evangelio, a lo mejor un par de calcetines que nos faltaba, la copia de la llave de él carro, etc. Dice el blog de Oscar Flores: Posiblemente nosotros hemos descuidado y poco a poco SE HAN PERDIDO COSAS TAN IMPORTANTES COMO: La cooperación, la unidad, la amabilidad y la gentileza que como padres de familia debemos tener entre nosotros (Filipenses 4:5) Vuestra gentileza sea conocida de todos los hombres. El Señor está cerca. Cuando nos retiramos de la mesa del comedor sin decir gracias ya no digamos que cuando vamos a dormir ni siquiera decimos buenas noches. Nuestro ceño fruncido parece imponerse ante una tierna sonrisa. ¿En qué momento hemos olvidado a aquel Jesús de Nazaret, pobre hasta de tiempo, que sabía detenerse ante las necesidades de los demás? la amabilidad. Nos recuerda que todavía es posible cultivarla, si es que la hemos desterrado de nuestra vida. En cambio, la clase de fruto que el Espíritu Santo produce en nuestra vida es: amor, alegría, paz, paciencia, gentileza, bondad, fidelidad, humildad y control propio. ¡No existen leyes contra esas cosas! Gálatas 5:22-23 Salimos de casa sin despedirnos de nuestros hijos o de nuestra esposa, nos hemos vuelto indiferentes, y tenemos que recordar que ese es el ejemplo que le estamos dando a nuestros hijos.
Lastimosamente muchos de nosotros HEMOS DESCUIDADO NUESTRA COMUNIÓN CON DIOS EN FAMILIA (Apocalipsis 2:4) Pero tengo contra ti, que has dejado tu primer amor. Jesús también le dijo a la iglesia de Éfeso: “Tengo contra tí que ya no me amas como al principio”. Entonces debemos cuidar y valorar nuestra comunión con Dios, por eso él dijo: “Buscadme y viviréis”. La comunión con el Señor es vital… Por causa de la comunión con Dios veremos la victoria sobre nuestros enemigos y sobre la oposición. La comunión con Dios nos hace ver nuestro desorden en la casa y vemos cosas que se encuentran donde no deberían estar, cada cosa debe estar en su lugar, pero posiblemente en nuestra casa los zapatos están tirados en la sala, la ropa sucia tirada en el dormitorio, los platos y las tazas están en la cama, partes arruinadas del vehículo están en el garage y no dejan caminar, etc. Y lastimosamente en nuestra familia el desorden que tenemos es que no ponemos cada cosa en su lugar, es decir le damos prioridad a cosas que no son tan importantes y descuidamos lo que tiene valor, principalmente en lo que tiene que ver con nuestro Dios (Hageo 1:9-10) Buscáis mucho, y halláis poco; y encerráis en casa, y yo lo disiparé en un soplo. ¿Por qué? dice Jehová de los ejércitos. Por cuanto mi casa está desierta, y cada uno de vosotros corre a su propia casa. 10 Por eso se detuvo de los cielos sobre vosotros la lluvia, y la tierra detuvo sus frutos. Hay desorden cuando en la prioridad de nuestro corazón no está Dios, sino el trabajo, los amigos, el deporte, el negocio, etc. Igualmente hay desorden cuando nuestros compañeros de trabajo son más importantes que nuestros hijos o nuestra esposa o esposo, cuando nuestras mascotas son más importantes y las cuidamos más que a nuestros hijos.
· Si Jesús viniera hoy… tendría usted en orden su vida para encontrarse con Dios?
· Ordene su casa – Ya no hay más oportunidades en la vida – no se trata de hacer un testamento, ni se trata de dejar en orden las cosas materiales. Nos ha llegado el fin. Debemos ordenar nuestras vidas ahora que estamos vivos, porque si no lo hacemos ahora… no lo podremos hacer después de muertos. No tendremos oportunidad de pedir perdón, de perdonar, de servir a Dios. Las crisis deben impulsarnos a fortalecer nuestra vida de oración, pues pueden ser un llamado de Dios a la intimidad. El Señor nos da la fortaleza para vencer y alcanzar Su propósito para nuestra vida.
2.- La reacción de Ezequías: 2 Reyes 20:2-3
Verdaderamente Ezequías recibió la peor noticia que toda persona que está enfrentando una enfermedad puede recibir: No te vas a sanar, vas a morir. Seguramente esta noticia es suficiente para desanimar a muchos, para quebrarse, para rendirse y darse por muerto, pero no para el rey Ezequías, él sabía algo que a muchos de nosotros se nos olvida en los momentos de angustia: PARA DIOS NO HAY NADA IMPOSIBLE. Pastor Oscar López. Ezequías hizo lo único que podía hacer cuando ya todo parecía perdido: BUSCAR A DIOS, él no habló con Isaías, a pesar de que era un gran profeta de Dios, o con los sacerdotes, ni con el médico. Ezequías no quería hablar con nadie que no fuera Dios, él quería hablar directamente con Dios, porque él sabía que en ese momento él era el único que lo podía ayudar, Ezequías no se rindió, él clamó, él buscó al Dios omnipotente, y eso es exactamente lo que nosotros tenemos que hacer en los tiempos de crisis.
· Ezequías estaba listo para morir, pero aun quería vivir.
· Todo el tiempo de su vida la había vivido sirviendo a Dios.
· Había hecho lo que agradaba a Dios, pero; aun no quería morir
· He andado delante de ti, en verdad… y con íntegro corazón… he hecho las cosas que te agradan…
· Tome en cuenta lo que dijo Ezequías.
· No dijo… de hoy en adelante ME VOY A PORTAR BIEN… voy a comenzar a hacer las cosas bien… si me libras… voy a enmendar las cosas malas que he hecho.
Había vivido rectamente delante de Dios. Pero se iba a morir… como a todos nos pasará lo mismo.
3.- Dios le responde: 2 Reyes 20:4-6
4 Y antes que Isaías saliese hasta la mitad del patio, vino palabra de Jehová a Isaías, diciendo: 5 Vuelve, y di a Ezequías, príncipe de mi pueblo: Así dice Jehová, el Dios de David tu padre: Yo he oído tu oración, y he visto tus lágrimas; he aquí que yo te sano; al tercer día subirás a la casa de Jehová. 6 Y añadiré a tus días quince años, y te libraré a ti y a esta ciudad de mano del rey de Asiria; y ampararé esta ciudad por amor a mí mismo, y por amor a David mi siervo.
Tenemos que comprender que para poder estar de pie delante de cualquier problema que tengamos que enfrentar, tenemos que estar primeramente de rodillas, compungidos y quebrantados delante de nuestro Dios.
Es probable que la crisis que estamos enfrentando nos ha quebrantado físicamente, emocionalmente, económicamente, etc. pero es más importante quebrantar nuestro corazón delante del Señor para poder clamar por un milagro, es necesario humillarnos y reconocer que solamente nuestro Dios nos puede ayudar en este tiempo de angustia.
La palabra de Dios nos da una garantía para aquellos que vienen delante del Señor con un corazón quebrantado, contrito y humillado (Salmo 51:17) Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; Al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios.
Dios vio su actitud, escuchó su oración y vio sus lágrimas.
· La oración que hizo Ezequías cambió el curso de su vida, puede también pasar lo mismo con nosotros.
· 15 años más de vida… 15 años para servirle… 15 años para proclamarle… 15 años para vivir solamente para El.
Que maravilloso es ver que el mismo profeta Isaías que le llevó una noticia triste, de muerte, al rey Ezequías fue el mismo que Dios usó para llevarle una noticia de vida, de gozo y de alegría.
Entregue su vida a Cristo y Él le dará la vida eterna.
