Sunday Morning Service

Sermón de la Mañana #142 | Destinos Diferentes



Jacob siguió su camino, y le salieron al encuentro ángeles de Dios.

Génesis 32:1

Pastor Jose Juarez

Notas de sermón: 

La historia Bíblica sigue inspirando a personas alrededor del mundo. A medida que la Biblia nos cuenta sus aventuras, se destacan dos características superiores a sus rivales: determinación y sufrimiento. Esta historia habla de dos hermanos que eran muy diferentes. Uno de ellos era muy trabajador y siempre estaba dispuesto a ayudar. El otro hermano, en cambio, era perezoso y le gustaba pasar el tiempo haciendo nada. Un día, cuando ya eran adultos, Jacob decidió engañar a su hermano para quedarse con su derecho de primogenitura. Aunque Esaú intentó perdonar a Jacob, nunca logró olvidar lo que había hecho. Esta historia enseña que la mentira y el engaño nunca conducen a nada bueno. La Biblia nos dice que los dos niños peleaban mucho dentro del vientre de su madre lo que nos enseña su complicada relación. Esaú nació primero por lo que fue el heredero de la familia por derecho de nacimiento, lo que incluía entre muchas otras cosas, ser el heredero del pacto entre Dios y Abraham. Este derecho otorgaba la descendencia directa de la cual vendría el Mesías (Números 24: 19-19).

Dios selecciona a los hombres para su obra en la tierra, no por su agrado personal, sino por su adaptación al trabajo que tienen que realizar. Delante de cada uno de nosotros está el camino de la vida o el camino de la muerte. La vida si entra por la puerta estrecha y sigue por el camino angosto. La muerte y perdición eterna si entra por la puerta ancha, y sigue por el camino espacioso. Pidamos a Dios que nos muestre y nos ayude a seguir su camino, a seguir a Cristo, nuestro único camino de vida. Jacob y Esaú empezaron a caminar juntos, pero terminaron separados. Este versículo bíblico (Amos 3:3), ¿Andarán dos juntos, si no estuvieren de acuerdo? Amos 3:3 Reina-Valera 1960 aplica para todas las áreas de nuestras vidas especialmente en el matrimonio. Cada día caminamos por una senda que nos lleva a diferentes lugares, casi nunca caminamos solos…  ¿Con quién andamos? La compañía, determina la calidad de nuestro camino. Hemos visto a personas que vivieron bajo un mismo techo, los mismos padres, la misma disciplina, educación y al final vivieron una vida con destinos diferentes. Pero es más interesante saber que hubo gente que anduvo con Jesús, que comían con Él, se reunían en la misma sinagoga y terminaron por caminos y comportamientos diferentes.

Que Dios nos ayude antes de que terminemos en lugares diferentes, que Dios toque nuestros corazones y que nos hable antes de que tengamos que terminar en lugares opuestos y ya muy tarde para cambiar de destino. Veamos ahora a estos personajes bíblicos que comenzaron a caminar juntos, pero terminaron separados, porque uno de los dos comenzó un camino diferente al que Dios trazó.

1.- Caminos diferentes en el caminar de Jacob y Esaú:          Gen. 32:1

Jacob y Esaú al igual que todos nosotros, eran dos hermanos llenos de contradicciones. Desafortunadamente nunca hubo buenas relaciones entre Jacob y su hermano Esaú, y esto causó gran dolor a sus padres Isaac y Rebeca y aun separación entre ellos. Desde el vientre ya luchaban dentro de ella. Esto desesperaba a Rebeca que dijo: “¿Para qué vivo yo? Y fue a consultar a Jehová” (Génesis25:19–22). Dios le dijo: “dos naciones hay en tu seno, y dos pueblos serán divididos desde tus entrañas; el un pueblo será más fuerte que el otro pueblo, y el mayor servirá al menor” (Génesis25:23). La vida de Esaú pronto se vio llena de odio y de venganza, y decidió tomar un camino diferente. Esaú tomó la decisión de casarse, lo cual es bueno.  Lamentablemente se casó no sólo con una, sino con dos mujeres.  Para complicar la situación, ellas eran cananeas, quienes tenían costumbres y valores muy diferentes a los de la familia de Isaac.  La consecuencia de esa mala decisión se hizo evidente pronto… Génesis 26:34-35 – «(34) Cuando Esaú tenía cuarenta años, se casó con Judit, hija de Beeri hitita, y con Basemat, hija de Elón hitita;  (35)  y ellas hicieron la vida insoportable para Isaac y Rebeca». Viendo esta situación hicieron arreglos y  decidieron que Jacob se case con una mujer que no sea de Canaán, preferiblemente de su parentela, tal como lo había hecho Isaac. También a Isaac le causaban molestias las mujeres de Esaú.  Sin embargo, él tenía una debilidad hacia Esaú, pues era su favorito. Isaac cree que ha llegado la hora de su muerte, y ésta es su manera de “resolver sus asuntos” diciendo su última voluntad como una especie de último testamento. Extrañamente, Isaac insistió en dar la bendición a Esaú, el que Dios no había elegido, quien había despreciado su primogenitura, y quien se había casado con mujeres paganas. Parece claro que Isaac actuó en la carne aquí, pensando solo en la buena comida que recibiría de la caza de Esaú. Pero Rebeca no olvidó la revelación que Dios le dio sobre Jacob, por lo que decidió actuar para prevenir tal error. En lugar de confiar en que Dios cumpliría lo que Él había prometido en Génesis 25:23, ella va a “hacer lo correcto” en la carne. Rebeca también estaba actuando incorrectamente, aunque “tuviera la razón”.  Por eso Jacob no quería participar de este plan. Jacob era temeroso de Dios.  El no quería recibir maldición sino bendición. Pero su madre insistió, diciéndole que lo libraba de culpa. Spurgeon lo define así: Esta impropia guerra familiar debe haber sido muy infeliz para Jacob, y no era propicia para elevar el nivel de sus pensamientos, o endulzar su temperamento, o ennoblecer su espíritu. Charlie Spurgeon. Pero estos cambios suceden en todas las vidas pero es posible que sucedan más en los creyentes. Están susceptibles a los problemas, pero los redimidos del Señor pueden contar con su ayuda y fortaleza. Muchas son las aflicciones del justo. Sin embargo, las pruebas no son eternas, son cosas que van y vienen. Jacob y Esaú nos deja gran enseñanza a los cristianos en el día de hoy.

la importancia de confiar en Dios: Jacob afrontó muchas pruebas. Sin embargo, él siempre estuvo consciente de que Dios estaba a su lado, apoyándolo y guiándolo. Esto nos recuerda la importancia de confiar en Dios en todo momento.

Siempre luchó para alcanzar sus metas, sin importar cuánto tiempo tardara en alcanzarlas. Su persistencia es una buena enseñanza para los cristianos, pues nos hace ver que nunca debemos rendirnos.

Siempre mostró humildad, en varias ocasiones confesó, su pecado a Dios y mostró arrepentimiento de ellos. Esto muestra su humildad, la cual, debe ser una característica esencial para los cristianos.

Cumplía sus promesas, Jacob cumplió con su palabra. Como creyentes debemos ser responsables con nuestros compromisos y no tratar de evitarlos. Aun enfrentando grandes problemas como angustia, penurias, decepciones amorosas y traiciones, Jacob siguió adelante para cumplir algunos de los mayores pasos de fe en el camino a Dios.

Todos en algún momento somos Esaú. Somos Esaú cuando menospreciamos a la persona por causa de su condición económica, por su origen, o al que no tiene estudios, a aquel que nos busca para solicitar ayuda; somos Esaú cuando no vemos el propósito en Dios en aquel que quiere ayudarnos, que nos corrige; somos Esaú cuando no vemos la necesidad de tener a alguien cerca. Somos Esaú solo cuando recurrimos a alguien como recurso y no como nuestro prójimo. El autor del libro de los Hebreos se refiere a Esaú como una persona profana y sin Dios (Hebreos 12:16). Aun antes de su nacimiento, Dios ya sabía que la descendencia de Esaú se convertiría en enemiga de la descendencia de Jacob; el pueblo de Israel por muchas generaciones. Dios había predestinado que Jesús viniera del linaje de Jacob. El Señor va más allá de lo que nosotros deseamos o experimentamos; es Él quien mide nuestra capacidad, juzga nuestra labor y nos asigna la tarea. El tiempo de Dios no es igual, ni corre paralelo al tiempo del hombre. La obra mala del hombre suscita en Dios perdón (Isaías 55:6); la obra buena del hombre suscita envidia en otro hombre (Mt 20:15). La envidia comenzó temprano en la Biblia: “Por la envidia del Diablo entró la muerte en el mundo”. Y se extendió: a Caín que mató a Abel (Génesis 4:3-8); a los hermanos de José (Génesis 37,4); a Saúl que persiguió a David (1 Samuel 18: 7); hasta llegar al Nuevo Testamento, a los sacerdotes que entregaron a Jesús (Marcos 15:10). Dentro de los apóstoles también se generó la envidia.

Ø     La vida de Esaú fue llena de odio y de venganza

Ø     La vida de Jacob fue llena de bendición y protección Divina.

– Caminos diferentes en el caminar de los 12 Apóstoles:    Lucas 22:1-6

 Estaba cerca la fiesta de los panes sin levadura, que se llama la pascua. 2 Y los principales sacerdotes y los escribas buscaban cómo matarle; porque temían al pueblo. 3 Y entró Satanás en Judas, por sobrenombre Iscariote, el cual era uno del número de los doce; 4 y este fue y habló con los principales sacerdotes, y con los jefes de la guardia, de cómo se lo entregaría. 5 Ellos se alegraron, y convinieron en darle dinero. 6 Y él se comprometió, y buscaba una oportunidad para entregárselo a espaldas del pueblo.

Ø     Un encuentro amistoso con Jesús cuando se conocieron.

Ø     Todo caminaba bien 3 años de ministerio juntos.

Ø     Presenciando los milagros de Jesús.

Ø     Participando en todos los ministerios de Jesús.

Ø     Judas se dejó influenciar por la envidia y tuvo un final trágico.

Actitudes para no caminar en caminos diferentes:          Deuteronomio. 30:15-20

Mira, yo he puesto delante de ti hoy la vida y el bien, la muerte y el mal; 16 porque yo te mando hoy que ames a Jehová tu Dios, que andes en sus caminos, y guardes sus mandamientos, sus estatutos y sus decretos, para que vivas y seas multiplicado, y Jehová tu Dios te bendiga en la tierra a la cual entras para tomar posesión de ella. 17 Mas si tu corazón se apartare y no oyeres, y te dejares extraviar, y te inclinares a dioses ajenos y les sirvieres, 18 yo os protesto hoy que de cierto pereceréis; no prolongaréis vuestros días sobre la tierra adonde vais, pasando el Jordán, para entrar en posesión de ella. 19 A los cielos y a la tierra llamo por testigos hoy contra vosotros, que os he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición; escoge, pues, la vida, para que vivas tú y tu descendencia; 20 amando a Jehová tu Dios, atendiendo a su voz, y siguiéndole a él; porque él es vida para ti, y prolongación de tus días; a fin de que habites sobre la tierra que juró Jehová a tus padres, Abraham, Isaac y Jacob, que les había de dar.

Cuando caminamos con alguien debemos caminar en la misma dirección, debe haber armonía, unidad y comunión entre ambos durante su caminata.

Debemos liberarnos de todas las cosas mundanas que nos distraen en nuestra relación con Dios.

La oración le permite al creyente permanecer en una conexión íntima y personal con Dios. Es muy importante comunicarse con Dios.

Busquemos la guía del Espíritu Santo.

Sigue caminando. Sin importar cuántas veces tropieces y caigas, debes levantarte y seguir caminando. Dios no te dará la espalda, incluso si temporalmente le pierdes el rastro al camino que debes seguir.

Ø     Tomemos en cuenta uno por uno de los consejos que están en este pasaje.

Ø     Debemos amar a Dios, caminar en sus caminos y no en los de los hombres.

Ø    Hay que guardar sus mandamientos, sus estatutos y sus decretos.

Ø     Las consecuencias de lo o que puede pasar si no lo hacemos – Deuteronomio 30:17-19

Ø     Para que vivamos

Ø     Para que seamos multiplicados

Ø     Para que Dios nos bendiga a donde vayamos

Ø     Porque Él es vida para nosotros

Ø     Prolongación de nuestros días

Que no haya caminos diferentes, para usted que nos escucha o visita. Acepte a Jesucristo como su Salvador personal.

  

                             

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