46Entonces vinieron a Jericó; y al salir de Jericó él y sus discípulos y una gran multitud, Bartimeo el ciego, hijo de Timeo, estaba sentado junto al camino mendigando. 47Y oyendo que era Jesús nazareno, comenzó a dar voces y a decir: Jesús, Hijo de David, ten misericordia de mí 48Y muchos le reprendían para que callase, pero él clamaba mucho más: ¡Hijo de David, ten misericordia de mí! 49Entonces Jesús, deteniéndose, mandó llamarle; y llamaron al ciego, diciéndole: Ten confianza; levántate, te llama. 50El entonces, arrojando su capa, se levantó y vino a Jesús. 51Respondiendo Jesús, le dijo: ¿Qué quieres que te haga? Y el ciego le dijo: Maestro, que recobre la vista. 52Y Jesús le dijo: Vete, tu fe te ha salvado. Y en seguida recobró la vista, y seguía a Jesús en el camino.
Marcos 10:46-52
Pastor Jose Juarez
Notas de sermón:
La experiencia nos muestra que muchos ciegos se encuentran en nuestras Iglesias, en la sociedad, en donde abunda la falta de vista espiritual y abunda la vista carnal. Y es que abundamos para interpretar lo carnal y nos cuesta mucho reconocer lo espiritual.
Nuestra ceguera espiritual a veces nos lleva a ver solo lo que queremos ver y se nos olvida de ver lo que realmente es. La ceguera en este caso es un mal que nos puede llevar al fracaso espiritual.
Una persona es ciega espiritualmente cuando lejos de ver y obedecer lo que la Palabra de Dios dice comienza a obedecer lo que su razón dicta. Y es que a veces nos preocupamos más por la cultura o lo que la gente pueda decir y no de lo que realmente dice la Palabra de Dios. La ceguera espiritual es una condición que tiene una persona cuando no puede ver a Dios o entender Su mensaje. Aunque Dios está obrando a nuestro alrededor, buscándonos y mostrándonos Su gloria, algunas personas no pueden percibir Su obra divina (Hechos 28: 26-27). (Compelling Truth) Ve a este pueblo, y diles: De oído oiréis, y no entenderéis; Y viendo veréis, y no percibiréis; Porque el corazón de este pueblo se ha engrosado, Y con los oídos oyeron pesadamente, Y sus ojos han cerrado, Para que no vean con los ojos, Y oigan con los oídos, Y entiendan de corazón, Y se conviertan, Y yo los sane. RVR1960: Biblia Reina Valera 1960. En las Escrituras, Pablo describe a Satanás como la causa de la ceguera espiritual en su carta a los Corintios. El dios de este mundo ha segado la mente de estos incrédulos, para que no vean la luz del glorioso evangelio de Cristo, el cual es la imagen de Dios. (2 Corintios 4: 4).
En esta enseñanza de Bartimeo resulta muy emocionante recuperar algo que se ha perdido, la alegría se desborda. En la escritura encontramos algunos personajes que nos hablan de personas que perdieron algo y lo recobraron. Se menciona la parábola de La Oveja Perdida, La Moneda Perdida, El Hijo perdido, esto lo menciona el cap. 15 de Lucas, pero en nuestro pasaje vemos que un ciego recobró la vista. Lo que demuestra que en algún tiempo vio y perdió su vista. Ahora la recobra… Fue Jesús quien le ayuda. Con la ayuda de Jesús podemos recuperar lo perdido.
1.- Bartimeo el ciego: Marcos 10:46
46Entonces vinieron a Jericó; y al salir de Jericó él y sus discípulos y una gran multitud, Bartimeo el ciego, hijo de Timeo, estaba sentado junto al camino mendigando.
su nombre, Bartimeo, significa «hijo de Timeo» «hijo de honorable». En un contexto sociocultural en el que las personas discapacitadas y pobres carecían de ser honorables, privilegiados, tener respeto de los demás. El nombre “Bartimeo” resulta paradójico. Algunos estudiosos ven un significado especial de la historia en la referencia figurativa al Timaeus de Platón, que entrega el tratado cosmológico y teológico más importante de Platón, que implica la vista como fundamento del conocimiento. Wilkipedia
· Estaba junto al camino y mendigando. Una persona ciega en los tiempos de Jesús (y lamentablemente hasta hoy día) se consideraba una persona menos que los demás. Se consideraba una persona pecadora y se marginaba de la sociedad. Bartimeo no solo era ciego, pero también era mendigo, en otras palabras, era un indigente porque no tenía hogar, no tenía trabajo, no tenía forma de vivir más que depender de las donaciones de las personas.
Mucha gente había pasado por ese lugar y trataron de ayudarle con monedas… pero solo Cristo tenía la respuesta a su necesidad, lo que Bartimeo necesitaba no era recibir monedas, lo que necesitaba era la vista. Jesús estaba saliendo de Jericó, quizás Bartimeo pensaba que era su última oportunidad, que había esperado mucho tiempo y no la iba a dejar pasar. Los que pasaban por ahí tenían la vista de sus ojos “Tienen ojos y no ven, oídos y no oyen”— Mateo 13:13 Los que dirigen y hacen las leyes, y varios sectores de la Sociedad, han cerrado sus oídos y sus ojos a la LEY NATURAL que antecede la ley positiva creada por y para el hombre. El egoísmo, la autocomplacencia, la soberbia, el orgullo, el complacerme a mí mismo, actitudes que ciegan y ensordecen a la Sociedad moderna.
El interés propio y el bullicio de otras voces acallan la voz interior y no nos dejan ver , ni oir lo que dignifica al ser humano. Vivimos al margen de los valores que humanizan. El ser humano se hace ciego y sordo a la verdad, inscrita en su propio ser. Se vive por instintos y falsos sentimentalismos. Tan es así que se pretende sustituir y equiparar el Matrimonio y la familia constituido por un varón y una mujer, abiertos a la vida, por uno de personas del mismo sexo. El ser humano se hace ciego y sordo a la verdad, que está en su propio ser. El hombre vive por instintos y falsos sentimentalismos. Esta sociedad está ciega y pretende sustituir y equiparar el Matrimonio y la familia constituido por un varón y una mujer, por uno de personas del mismo sexo. Quieren negar el derecho a la vida desde sus comienzos en el vientre de la madre (mediante el aborto) confirmando la gran MENTIRA de que se Es Persona solo al nacer, no antes. Nada más lejos de la verdad. Abramos nuestros ojos, los padres, deben dedicarle más tiempo a sus hijos. Los niños en las escuelas se sienten solos. Que los miembros de la familia se sientan amados, escuchados, atendidos. La televisión, la computadora, los celulares, los ipads, etc., NO pueden ser los educadores de los hijos ni tampoco de los adultos. No son medios de afectividad que es lo propio del trato personal. Son medios impersonales. La conversación de persona a persona es insustituible. Compelling truth. El Hogar debe ser un lugar de refugio, donde se nos escucha, donde se nos AMA por lo que somos, no por lo que producimos. Hay que conservar el Hogar, en orden, aseado en un ambiente de alegría, donde todos nos sintamos a gusto. Sentarse a la mesa y compartir una buena comida es de gran valor y desgraciadamente se ha ido perdiendo.
2.- Oyendo que era Jesús: Marcos 10:47 – 48
47Y oyendo que era Jesús nazareno, comenzó a dar voces y a decir: Jesús, Hijo de David, ten misericordia de mí 48Y muchos le reprendían para que callase, pero él clamaba mucho más: ¡Hijo de David, ten misericordia de mí!
· Era ciego, pero podía hablar.
· Esto quiere decir que podemos tener un sentido atrofiado, pero nos quedan otros cuatro que podemos utilizar para buscar a Dios.
· Hágase a un lado de los que se interponen entre usted y el Señor Jesucristo, y verá operar un milagro.
Oyó que venía Jesús y sus acompañantes, y comenzó a gritar para identificarse, porque esta gente tiene otra mentalidad sobre el ciego, no tiene derecho a la atención de Jesús, vemos como para esta gente este ser no tenía la oportunidad de conseguir algo de parte de Jesús, y lo reprenden, ellos tienen vista y están con Jesús, y algunos quieren sentarse uno a la derecha y otro a la izquierda de Él en su trono y este ciego es inoportuno y le mandan callar, deje de gritar, no pierda el tiempo; sin embargo él no se cayó, porque estaba convencido de que esta era su gran oportunidad. ¡Jesús estaba en ese momento pasando y era el único que podía darle su vista! A Bartimeo no lo detendría nadie. ¡Más y más fuerte clamaba! Así que el ciego Bartimeo estaba convencido solo de que Jesús podría darle su vista, y de que aquella era su gran oportunidad. Nadie le impediría alcanzar lo que se propuso. Clamó a gran voz, diciendo: «Jesús, hijo de David, ten misericordia de mí.» “Jesús se paró en el acto, por supuesto! «Aquel que viene a mí, yo no le echo fuera.» había dicho anteriormente, en Juan 6:37. Así, pues, siendo como era, se paró en el acto, así que oyó al ciego Bartimeo llamándole. Jesús no hacía caso de la opinión de la mayoría; o como hacemos ahora convocar a una reunión de comité.
3.- Recobrando lo perdido: Marcos 10:49-52
49Entonces Jesús, deteniéndose, mandó llamarle; y llamaron al ciego, diciéndole: Ten confianza; levántate, te llama. 50El entonces, arrojando su capa, se levantó y vino a Jesús. 51Respondiendo Jesús, le dijo: ¿Qué quieres que te haga? Y el ciego le dijo: Maestro, que recobre la vista. 52Y Jesús le dijo: Vete, tu fe te ha salvado. Y en seguida recobró la vista, y seguía a Jesús en el camino.
Cuando Jesús le pregunta: “¿Qué quieres que te haga?,” Bartimeo le contesta: “Rabbouni [palabra aramea que significa “mi maestro”], que recobre la vista,” lo cual pareciera indicar que alguna vez pudo ver. Jesús le replica: “Tu fe te ha salvado,” que aquí significa “te ha sanado.” Aunque en griego la palabra para “salvación” y “sanidad” es la misma, en español se hace necesario distinguirlas. Por eso sería preferible traducir “sanar” y no “salvar.” Y la respuesta de Bartimeo no se hace esperar. Nos dice el pasaje que “al instante recobró la vista, y comenzó a seguir a Jesús por el camino.” Osvaldo Vena Professor Emeritus of New Testament Interpretation / Profesor de Nuevo Testamento Garrett-Evangelical Theological Seminary Evanston, Ill., USA
· Jesús se detiene cuando otros siguen su camino
Así que cuando Jesús oyó al ciego Bartimeo llamarle, se paró en ese mismo momento y mandó que le llamasen. Cuando Jesús les dijo que fueran y le llamasen, el ciego Bartimeo no sabía como acercarse, claro, pero algunas de las personas se le acercaron y le dijeron, «El Señor, te está llamando.» Entonces, «arrojando su capa, se levantó y vino a Jesús». La mayoría de los mendigos que se sientan en ciertos lugares y piden limosna no están allí pidiendo dinero. Se encuentran allí, con aquella actitud de mendigar, porque están buscando la sanidad sobre alguna enfermedad incurable. Según la filosofía Oriental, si a un hombre judío le da una enfermedad incurable, y los doctores lo han desahuciado, entonces se vuelve un mendigo, no buscando dinero, sino sanidad. Y para obtener el favor y la simpatía de Dios, debes comenzar a mendigar. Debes comportarte como un mendigo. Cuando te comportas como un mendigo, entonces has perdido todo el respeto por ti mismo. No tienes amor propio ninguno, pierdes toda tu posición social, y llegas a ser el más humilde de los humildes, cuando te comportas como un mendigo. Y entonces Dios, a través de Su misericordia, puede darte sanidad, de alguna manera. El hecho de que el ciego Bartimeo estuviese sentado mendigando junto aquel «camino», me dice, por tanto, que no estaba mendigando por dinero. Dios nos pide una fe sincera, solamente eso. Nuestro corazón y nuestra mente deben estar de acuerdo en que en Él no hay problema tan grande como para no poder hacer el milagro. Y esto ocurre cuando Dios nos habla a través de Su Palabra. Rindamos nuestra vida hoy para que Él pueda obrar en las circunstancias que estamos atravesando, no importa cuán difíciles e imposibles sean, el es más grande que el problema, acepte a Cristo como su Salvador personal.
La evidencia de la fe de Bartimeo a los ojos de Jesús fue esta: «Él entonces, arrojando su capa, se levantó y vino a Jesús.» – Marcos 10:50 El ciego vino a Jesús y pidió recobrar la vista, indica esto que en algún tiempo vio, pero perdió la vista y ahora recibió la vista por medio de Cristo. Ahora ya no está junto al camino, AHORA sigue a Cristo en el camino.
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