Sunday Morning Service

Sermón de la Mañana: Elohim



En el principio creó Dios los cielos y la tierra.

Genesis 1:1

Pastor Jose Juarez

Notas de sermón: 

Elohim es uno de los muchos nombres de Dios y es uno de los nombres más utilizados en las Escrituras, apareciendo unas 2,750 veces en el Antiguo Testamento. Este nombre se traduce comúnmente como “supremo” o “poderoso”. Cada uno de los diferentes nombres de Dios destaca un aspecto de su carácter, y Elohim destaca el poder y la fuerza de Dios.

En la mente del judío al escuchar o mencionar Elohím, representa el respeto debido a Dios y considerarlo tal como la expresión en sí que significa. El término “Elohim” es utilizado para expresar la magnitud y la dignidad de Dios. la palabra “Elohim” es un título, no un nombre personal. (Blog Unica) ELOHIM es el Dios que guarda el pacto y se acuerda de nosotros en su amor y su misericordia. Dios es grande y poderoso. Él es el epítome de la fuerza y ​​el poder. Es por eso que Pablo dice lo que hace en Romanos 1:20 20 Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa. Esta es la palabra que se utiliza con más frecuencia cuando se refiere a los tratos de Dios con la creación en general o “con las naciones del mundo aparte de su pacto con Israel”. Diccionario Enciclopédico de Biblia y Teología Biblia.Work

Desde el Génesis en adelante, vemos a Dios revelándose progresivamente a la humanidad. Mientras se pone en pacto con su creación (como su Elohim), entra en una relación especial y un pacto con Abraham. Estas promesas del pacto ( Génesis 12 ) encuentran su clímax y su cumplimiento en la revelación suprema de Dios; a saber, Jesucristo. Es aquí donde pasamos de una vaga comprensión de Elohim a un conocimiento pactado y relacional de Dios. Biblia work

El título Elohim, representa la supremacía de Dios, la Soberanía de Dios sobre todo y sobre todos.  Elohim, el que está por encima de todo y de todos. Es el dueño de todo y de todos. Es la autoridad de todos los poderes o autoridades existentes en el mundo.

 1.- El Señor de Nuestras Vidas.                            Romanos 11:34-36

34 Porque ¿quién entendió la mente del Señor? ¿O quién fue su consejero? 35 ¿O quién le dio a él primero, para que le fuese recompensado? 36 Porque de él, y por él, y para él, son todas las cosas. A él sea la gloria por los siglos. Amén. 

El apóstol Pablo nos dice que Jesús también es el Señor de nuestro tiempo. Y también incluye el pasado. Es el Señor de nuestro pasado; hemos caminado juntos cada día de nuestras vidas, aun ignorando que él estaba ahí. Incluso también es ahora el Señor de nuestra vida; él nos sostiene, y todo lo que es valioso para nosotros está seguro en sus manos. Y también hay que agregarle que es el Señor de nuestro futuro, así que confiemos en Él porque está por encima de todo y de todos. Es el dueño de todo y de todos. Es el dueño de todos los poderes o autoridades existentes en el mundo. El Señor debe entonces ser el que gobierna, el dueño de nuestra vida, de los años pasados y de los años venideros. Toda nuestra vida, desde el principio hasta el final, es un don de Dios. Cuando las personas se saludaban en el Imperio Romano, usaban las palabras «¡El César es el Señor!» Era algo que todos debían hacer. Era así como el emperador se aseguraba de que en cada rincón del mundo se afirmara todos los días que el único poderoso y dueño era él. Sociedades Bíblicas Unidas.

Continúan diciendo: ¡Pero los cristianos se saludaban de diferente manera y decían: «¡Jesús es el señor!» No lo hacían para faltarle el respeto a las autoridades, pero sí para declarar su fe. Tenían clara su convicción: «Es cierto que el César es la máxima autoridad en asuntos de gobierno. Pero para nosotros solo Cristo es el verdadero dueño de todo, inclusive de nuestras vidas.» ¡Porque Jesús es el dueño, el Señor de nuestra vida!

Él es el Señor de nuestro tiempo, de todos los minutos y horas que vivamos hay un dueño y ese es Dios. Dios es el dueño del tiempo. Él no está considerando nuestro tiempo, y mucho menos a lo “apurados” o “poco apurados” que estemos. Él cumple con sus propósitos, y sus propósitos van totalmente designados a Su tiempo, no al nuestro. Para nosotros, según nuestro tiempo, algo podría parecer que se tarda mucho; en otros casos, podríamos opinar que se dio muy rápido, pero la verdad de las cosas no está en nuestros criterios en relación con el tiempo sino con el de Dios. Él es el parámetro correcto y sus providencias las reales, no las nuestras. Emilio Agüero La Nación

La Biblia dice que Él es el que “muda los tiempos y las edades” (Daniel 2.21). Él es el que determinó un tiempo para todo. La Biblia dice que “todo tiene su tiempo” (Eclesiastés 3.1-4; 11).

La Biblia siempre habla de los cumplimientos proféticos que se darán “en el tiempo de Dios” (Gálatas 4.4). Pero podemos dividirlo en dos partes, de manera básica: el tiempo de Dios (kairos) y el tiempo humano (kronos, de donde deriva la palabra “cronológico”, la sucesión del tiempo). (Emilio Agüero)

Si hemos tomado a Dios como nuestro Dios, entonces nuestras vidas no pueden ni deben ser usadas para vivir para nosotros. Si Dios es nuestro Dios, el tiempo no tiene que ser ningún problema en nuestros compromisos para con Él, porque el tiempo no nos pertenece.  Dios nos lo da para que lo podamos emplear en Él y para Él.

2.-  Dependemos de Dios                                    Santiago 4:13-15

13¡Vamos ahora! los que decís: Hoy y mañana iremos a tal ciudad, y estaremos allá un año, y traficaremos, y ganaremos; 14cuando no sabéis lo que será mañana. b Porque ¿qué es vuestra vida? Ciertamente es neblina que se aparece por un poco de tiempo, y luego se desvanece. 15En lugar de lo cual deberíais decir: Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello.

Cuando nosotros respetamos a un Dios todopoderoso y consideramos que es fundamental en la vida cristiana. Consideremos que debemos Confiar o depender de Dios para nuestra salvación (Efesios 2:8-9). 8 Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; 9 no por obras, para que nadie se gloríe. Dependemos de Dios para la sabiduría (Santiago 1:5). 5 Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada. Es muy claro que, dependemos de Dios para todo (Salmo 104:27) Todos ellos esperan en ti, Para que les des su comida a su tiempo. y en todo (Proverbios 3:5-6). Fíate de Jehová de todo tu corazón, Y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, Y él enderezará tus veredas. El salmista nos enseña la confiabilidad del Señor con la triple descripción «El Señor, roca mía y castillo mío, y mi libertador» (Salmo 18:2). Dependemos de Dios todo el tiempo, y hay veces que no podemos hacer otra cosa. El Señor nos da la fe que necesitamos para superar esos momentos. Depender de Dios no quiere decir que no visitaré al médico en alguna enfermedad, en una ocación, los discípulos le preguntaron a Jesús quién era el mayor en el reino de los cielos. Jesús respondió con una ilustración: «Y llamando Jesús a un niño, lo puso en medio de ellos, y dijo: De cierto os digo, que si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos. Así que, cualquiera que se humille como este niño, ése es el mayor en el reino de los cielos'» (Mateo 18:2-4). Reconocemos que una de las cualidades de los niños es que dependen de los adultos para realizar sus actividades. Así también los hijos de Dios deben compartir esa conducta de depender de Su Señor nuestro Padre Celestial para todo lo que necesiten. Si me hago dependiente, niño necesitado, pobre, Dios se volverá a mí. Pero para poder experimentar ese amor no podemos perder su paso. Tengo que seguirlo de cerca, tengo que caminar a su lado. No queda duda de que todo referente a nuestros planes y decisiones en la vida están y deberían de estar sujetos a quien es el Dueño de Todo.

Todas nuestras decisiones no deben tomarse pensando en lo que nos conviene; sino en lo que le conviene al Dios todopoderoso. Nuestras decisiones tienen que ser gobernadas, controladas y autorizadas por nuestro Padre Celestial.

3.- La Gracia de Dios para el que cree:                            1ª. Pedro 4:10

10 Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios.

 Los dones espirituales dependen de la gracia de Dios. Dios nos da dones porque quiere equiparnos para su servicio. Los dones de la gracia son los regalos que Dios otorga a los seres humanos sin que estos los merezcan. Existe la gracia común y la gracia salvífica. La primera es un regalo que Dios le da a todos los seres humanos, como la bondad de un no creyente, por ejemplo. La segunda es un regalo que Dios le da solo a aquellos que creen en él y lo aceptan como su salvador.

Evitemos confundir lo que es un talento humano con un don espiritual

Un talento humano, es una habilidad con la que se ha nacido o se ha adquirido con la práctica. Es una aptitud natural. Pero un DON ESPIRITUAL, es una Gracia dada por Dios para la edificación de la Iglesia. Los dones son dados por Dios para usarlos para Dios. Cuando Dios es dueño de todo eso… El los sabe gobernar, es quien los puede perfeccionar. Los dones espirituales son bendiciones o aptitudes que Dios da por medio del poder del Espíritu Santo. Los dones del Espíritu se dan para bendecir y favorecer a los que aman al Señor y procuran guardar Sus mandamientos 1. En la Biblia encontramos tres listas principales de dones: 1 Corintios 12:4-11, 28; Romanos 12:6-8 y Efesios 4:7-13. A continuación aparecen los dones que mencionan esos pasajes junto a una breve definición:

Sabiduría: Va más allá de la sabiduría humana.

Conocimiento: Saber o recibir la revelación de algo sobre una persona o situación sin haber recibido la información por medios naturales.

Fe: Confianza total en las promesas de Dios que no cede frente a las circunstancias adversas.

Dones de sanidad: Sanar enfermedades físicas o mentales.

Poderes milagrosos: Realizar milagros por medio del poder de Dios.

Profecía: Hablar en nombre de Dios, ya sea para predecir el futuro o para dar un mensaje de aliento o corrección.

Discernimiento de espíritus: Capacidad para distinguir entre el bien y el mal, lo verdadero y lo falso, lo divino y lo humano.

Hablar en diversas lenguas: Hablar en lenguas desconocidas para el hablante, pero entendidas por otros que tienen el don de interpretación.

Interpretación de lenguas: Entender y explicar el significado de las lenguas desconocidas.

Es importante destacar que estos dones son dados por Dios a través del Espíritu Santo, y no todos los cristianos tienen los mismos dones

 NUNCA USEMOS LOS DONES QUE DIOS NOS HA DADO PARA beneficio personal, y mucho menos para dejarnos usar por el mundo pues fue Dios quien nos los dio. Que nuestra vida sea ejemplo del amor de Dios. ¡Dios estará a nuestro lado para ayudarnos! Acepte a Cristo Jesús como Señor y Salvador hoy es el día de salvación.

  

                             

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.