Sunday Morning Service

Sermón de la Mañana #157 | DESCANSO



1 Aconteció que cuando comenzaron los hombres a multiplicarse sobre la faz de la tierra, y les nacieron hijas, 2 que viendo los hijos de Dios que las hijas de los hombres eran hermosas, tomaron para sí mujeres, escogiendo entre todas. 3 Y dijo Jehová: No contenderá mi espíritu con el hombre para siempre, porque ciertamente él es carne; mas serán sus días ciento veinte años. 4 Había gigantes en la tierra en aquellos días, y también después que se llegaron los hijos de Dios a las hijas de los hombres, y les engendraron hijos. Estos fueron los valientes que desde la antigüedad fueron varones de renombre. 5 Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal. 6 Y se arrepintió Jehová de haber hecho hombre en la tierra, y le dolió en su corazón. 7 Y dijo Jehová: Raeré de sobre la faz de la tierra a los hombres que he creado, desde el hombre hasta la bestia, y hasta el reptil y las aves del cielo; pues me arrepiento de haberlos hecho. 8 Pero Noé halló gracia ante los ojos de Jehová.

Génesis 6:1-8

Pastor Jose Juarez

Notas de sermón: 

Noé – Su Nombre en Hebreo significa = Descanso

La escritura nos dice que: Dios creó al hombre con la capacidad de tomar sus propias decisiones. Dios lo habilitó para que hiciera lo que quisiera y comiera lo que quisiera. Pero le pidió tanto a Adán como a Eva que no podían comer del árbol del conocimiento del bien y del mal. Pero parece que al hombre no le gusta que le digan no. Ellos decidieron caminar en contra de Dios y decidieron seguir con su propia voluntad de la carne, o sea nuestra naturaleza carnal. Desde entonces la humanidad se volvió progresivamente más malvada y pecaminosa. Llegó un momento en que Dios vio que la maldad en la tierra era tan grande que se entristeció. Y tomó acción para detenerla.

Génesis 4:23–24. El Lamec descrito aquí, un descendiente de Set, está de luto por las dificultades a las que la humanidad se ha enfrentado desde la caída. Esto da como resultado que le dé a su hijo el nombre de Noé, que suena muy parecido a la palabra hebrea para «descanso o consuelo».

La razón que Lamec padre de Noé lo llamó así: “Descanso” fue porque previó que Dios a través de él traería consuelo a la raza humana y aliviaría en parte los efectos de la maldición del Huerto del Edén.  Noé se destacó por hacer justicia, demostrándonos a la humanidad que se puede vivir santamente aún en medio de un mundo y ambiente lleno de maldad. Noé representa la décima generación desde Adán. El relato genealógico de Noé dice, «Vivió Lamec ciento ochenta y dos años, y engendró un hijo; y llamó su nombre Noé, diciendo: Este nos aliviará de nuestras obras y del trabajo de nuestras manos, a causa de la tierra que Jehová maldijo» (Génesis 5:28-29).

1.- Noé obedeció a Dios:                                                   Gen. 6:14,22; 7:5

14 Hazte un arca de madera de gofer; harás aposentos en el arca, y la calafatearás con brea por dentro y por fuera. 22 Y lo hizo así Noé; hizo conforme a todo lo que Dios le mandó. 7:5 5 E hizo Noé conforme a todo lo que le mandó Jehová.

Desde su nacimiento, vemos que Noé es escogido de Dios, ya que es el único miembro de esta genealogía en la que se da una explicación de su nombre. Su padre, Lamec, declara que su hijo, Noé, traerá alivio. Donde vemos la acción divina ejercida por Noé en Génesis 6:1-8, donde podemos ver los resultados inminentes de la caída, por causa del aumento de la maldad en todo el mundo. Dios acusa a la humanidad con estas palabras: «Y vio el Señor que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal» (Génesis 6:5). Dios determinó: «Raeré de sobre la faz de la tierra a los hombres que he creado, desde el hombre hasta la bestia, y hasta el reptil y las aves del cielo; pues me arrepiento de haberlos hecho» (Génesis 6:7). Pero Dios, incluso en esta situación, nos da esperanza: «Pero Noé halló gracia ante los ojos del Señor» (Génesis 6:8). A pesar de la maldad que estaba creciendo en la tierra, hay un hombre que sobresale, un hombre cuya vida se caracterizó por la mano de la gracia de Dios que estaba sobre él. Noé halló gracia ante el Señor. Dios estaba a punto de enviar el juicio sobre el mundo por su maldad, pero Él extendió Su gracia salvadora a Noé y su familia.

No hizo preguntas… solamente obedeció. Jamás dudó de lo que se le asignó a hacer. Noé fue fiel, fue honesto y obedeció la voz de Dios. Gracias a él, toda su familia se salvó. La salvación se dio con el trabajo. Tuvieron que construir el arca todo el tiempo mientras predicaban el juicio que se acercaba y cómo era necesaria la salvación. Pero, los hombres se burlaron de Noé y sus palabras. Continuaron haciendo pecado y continuaron con sus actividades diarias «normales» hasta que llegó el día del juicio. Los animales se reunieron, la familia de Noé entró en el arca, Dios cerró la puerta y llegó la lluvia. Dios cerrará la puerta de la salvación en estos tiempos, como en los días de Noé. El Señor nos prometió que regresará por su iglesia y vendrá un día de juicio. Es una hora que nadie sabe, cuando sucederá, pero el Señor regresará durante un tiempo en que la tierra está sometida por la maldad de los hombres.

2.- Noé predicó la Justicia:                                                      2 Pedro 2:5

5 y si no perdonó al mundo antiguo, sino que guardó a Noé, pregonero de justicia, con otras siete personas, trayendo el diluvio sobre el mundo de los impíos;

Jesús enseñó que en los últimos tiempos habría guerras, rumores de guerras, terremotos, pestilencias, falsos profetas y cosas semejantes (Mateo 24: 6–13). Debemos aguantar y permanecer fieles hasta el final y seremos salvos, que no nos pase como en los días de Noé que muchos se perdieron. Dios le permitió a Noé cien años para completar la construcción del arca. Durante todo ese tiempo, Noé predicó la justicia de Dios y Él esperó pacientemente (1 Pedro 3:20). Las Escrituras parecen implicar que Noé predicó a la gente de ese tiempo acerca de lo que vendría (Hebreos11:7). No le creyeron a Noé y estaban contentos con su maldad e idolatría. Sus corazones estaban duros y sus oídos sordos. Nadie se arrepintió, ya nadie le importó buscar a Dios. Noé no era un maestro de la Biblia. Era un predicador. La palabra Griega es “keryx”. Esto significa “un heraldo”. Él pregonó justicia como un heraldo, “como un pregonero público” (Strong). El Dr. John Gill (1697-1771) dijo: “Los Judíos dicen que Noé era un profeta, y le representan también como predicador, y hasta nos dicen las mismas palabras que usó en sus exhortaciones al viejo mundo” (traducción de John Gill, D.D., An Exposition of the New Testament, The Baptist Standard Bearer, 1989 reimpreso, volumen III, pp. 597, 598). Copiado de Dr Hymer

Quiero decirles algo ahora, Dios no quiere contender con el hombre y su Santo Espíritu ya no trabajará con aquellos que no quieran escuchar, Dios no siempre contendrá con usted. Y cuando el Espíritu Santo deja Su trabajo, nunca usted será convertido. Será condenado con tanta certeza como aquellas personas impías en los días de Noé. Noé lo hizo por un período de 120 años sin ningún fruto.

3.- El Juicio de Dios

“[Dios] no perdonó al mundo antiguo, sino que guardó a Noé, pregonero de justicia, con otras siete personas, trayendo el diluvio sobre el mundo de los impíos” (II Pedro 2:5).

Ahora nos preguntamos ¿Por qué la gente en los días de Noé no se arrepintió y entraron en el arca de salvación? El arca es un tipo, o una imagen de Cristo. ¿Por qué ninguno de ellos se arrepintió y entró en el arca de seguridad? Parece ser que fue la incredulidad. Ellos simplemente no creyeron lo que Dios dijo sobre el juicio venidero. Así que ellos no se arrepintieron y no entraron en el arca de su salvación. Noé Salva a su familia por haber perseverado aún en un mundo contra la voluntad de Dios. No lo vencieron ninguna adversidad.

Ignoró la burla de los habitantes que le rodeaban

No sucumbió ante la indiferencia de los hombres.  Oraremos para que usted confíe en Cristo antes que Dios retire Su Espíritu de usted, y le deje morir, como lo hizo cuando Él trajo “el diluvio sobre el mundo de los impíos” (II Pedro 2:5). Ha habido un incremento alarmante en la violencia global justo en los últimos 100 años. Las guerras en los últimos 90 años han matado más personas que durante los 500 años anteriores. Se estima que sólo en el siglo XX, 203 millones de personas murieron por la guerra (Matthew White, Historical Atlas of the Twentieth Century [Atlas histórico del siglo 20], 2010, “Muertes por la guerra”). Recientemente, en los conflictos armados ha habido más víctimas entre los civiles que entre los mismos combatientes, sumando el 90 por ciento de víctimas desde 1945. Sólo en la última década, la guerra ha cobrado la vida de un estimado de dos millones de niños y ha dejado discapacitados entre cuatro y cinco millones de niños más. De hecho, las cosas están cambiando en el mundo. Jesucristo dijo: “Porque del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los hurtos, los falsos testimonios, las blasfemias” (Mateo 15:19). Estamos viviendo actualmente en una época en que estos vicios se vuelven más comunes. Gary LaFree, director del Consorcio Nacional para el Estudio del Terrorismo y las Respuestas al Terrorismo, afirmó: “Estamos viendo una trayectoria definitivamente ascendente en el total de ataques terroristas y muertes a nivel mundial. Estamos convencidos de que buena parte de esto es un cambio real en el mundo”.

Un riesgo que toman las personas que rechazan el llamado de Dios al arrepentimiento, es porque sus corazones se endurecen. Dios dice: “Pero por tu dureza y por tu corazón no arrepentido, atesoras para ti mismo ira para el día de la ira y de la revelación del justo juicio de Dios, el cual pagará a cada uno conforme a sus obras” (Romanos 2:5-6).

La primera vez que Dios llevó a cabo su juicio en la tierra, lo hizo con un gran diluvio de agua. La próxima vez que Dios castigue a toda la Tierra, será al regreso de Cristo, cuando “… he aquí que el Eterno vendrá con fuego, y sus carros como torbellino, para descargar su ira con furor, y su reprensión con llama de fuego. Porque el Eterno juzgará con fuego y con su espada a todo hombre; y los muertos del Eterno serán multiplicados” (Isaías 66:15-16).

Le invito a que sigamos la voluntad de Dios y que haga lo mismo que hizo con Noé en nuestras vidas. Acepte a Cristo Jesús como su salvador personal.

  

                             

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