18 Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús.
1 Tesalonicenses 5:18
Pastor Jose Juarez
Notas de sermón:
Debemos constantemente dar gracias a Dios en todo. ¿Pero es posible dar gracias en todo? ¿O en algunas circunstancias? Por supuesto que no debemos de dar gracias por todo evento y toda circunstancia de la vida, pero hay que dar gracias a pesar de las circunstancias más desfavorables. Lo importante es no sólo tener gratitud en nuestro corazón; sino debemos expresarla a Dios. Debemos ser agradecidos y honrar a Dios por su gracia hacia nosotros en darnos un Salvador, Jesucristo. Tito 2:11. Debemos ser agradecidos por haber obedecido al evangelio (Rom 6:17-18), y ahora debemos dejar todas las “palabras deshonestas… que no convienen”; más bien, ahora debe haber muchas acciones de gracias (Efe 5:4). Seamos “arraigados y sobreedificados en él, y confirmados en la fe… abundando en acciones de gracias (Col 2:7). “Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias (Filipenses 4:6).
De acuerdo a la palabra del Señor, nos llama a ser agradecidos, y hay que ver que ser agradecido es cuando hay un corazón lleno de gratitud, y esa gratitud nos lleva a vivir nuestra vida en agradecimiento. Muchos cristianos hoy en día, dicen estar muy agradecidos con el Señor por lo que él ha hecho en sus vidas, pero es lamentable lo que expresan sus palabras y sus acciones demuestran lo contrario.
Es posible, que entre nosotros, haya personas que repetidamente damos gracias a Dios por las cosas que recibimos de Él. Debemos considerar también que la Gracia de Dios ha sido con nuestras vidas, y nos ha dado aun muchas cosas más, no solo de las que necesitamos; pero aun de las que no merecemos. Procuremos no solamente dar gracias por las cosas materiales que recibimos de Él. Sanidad del cuerpo, comprar una casa, un carro, un viaje, un nuevo trabajo.
Dios valora más las cosas que son eternas que aquellas cosas temporales por las cuales nosotros nos alegramos. Veamos las cosas por las cuales debemos dar gracias a Dios y por las cuales el se complace:
1.- Por sacarnos de la rebeldía Tito 3:3
3Porque nosotros también éramos en otro tiempo insensatos, rebeldes, extraviados, esclavos de concupiscencias y deleites diversos, viviendo en malicia y envidia, aborrecibles, y aborreciéndonos unos a otros.
Tenemos que comprender que el agradecimiento trae muchos beneficios y bendiciones a nuestra vida. Los primeros rebeldes fueron Adán y Eva. Desobedecieron una orden directa de Dios, por lo que el pecado entró en sus corazones y luego entró la muerte en ellos. Así llegamos a nuestros tiempos donde la rebeldía, la desobediencia, la altivez, y la soberbia son pecados que aborrece Dios, porque todas estas cosas cambian el orden en la creación.
Somos rebeldes por naturaleza, pero hay que darle Gracias a Dios por no haber permanecido en rebeldía. Hay que darle gracias Dios por permitirnos que El Espíritu Santo trabaje en nuestras vidas y que nos ha dado la convicción de que habíamos pecado contra Dios. Isaías 1:19-20 19Si quisiereis y oyereis, comeréis el bien de la tierra; 20si no quisiereis y fuereis rebeldes, seréis consumidos a espada; porque la boca de Jehová lo ha dicho. Un cristiano que tiene agradecimiento para con Dios en su corazón tiene que procurar apartarse de todas aquellas cosas que ofenden la santidad del Señor. La persona agradecida reconoce su pecado, lo confiesa y se aparta, pero no lo hace por las reglas de una iglesia o de una doctrina, o por temor a una restricción de algo; sino por amor y agradecimiento a Dios.
Cuando el Señor le salvó la vida a una mujer encontrada en adulterio, solamente le pidió una actitud en agradecimiento por la misericordia recibida: NO peques más… (Juan 8:10-11) 10 Enderezándose Jesús, y no viendo a nadie sino a la mujer, le dijo: Mujer, ¿dónde están los que te acusaban? ¿Ninguno te condenó? 11 Ella dijo: Ninguno, Señor. Entonces Jesús le dijo: Ni yo te condeno; vete, y no peques más. La enseñanza es, no continuar en rebeldía haciendo cosas que ofenden a Dios.
2. Debemos de dar lo mejor que tenemos, cuando estamos agradecidos. (JUAN 12:1-3)
Seis días antes de la pascua, vino Jesús a Betania, donde estaba Lázaro, el que había estado muerto, y a quien había resucitado de los muertos. 2 Y le hicieron allí una cena; Marta servía, y Lázaro era uno de los que estaban sentados a la mesa con él.3 Entonces María tomó una libra de perfume de nardo puro, de mucho precio, y ungió los pies de Jesús, y los enjugó con sus cabellos; y la casa se llenó del olor del perfume.
Vemos acá que Jesús llegó nuevamente de visita a la casa de sus amigos y que verdaderamente habían visto las maravillas de Dios, la casa de Lázaro, de Marta y de María, y la lectura nos muestra quién de ellos tenía un corazón verdaderamente agradecido.
Lázaro, el que recibió el milagro, estaba sentado con Jesús en la mesa, Marta estaba haciendo lo que siempre hacía, sirviendo, pero María hizo algo más, ella no se conformó con servirles que era lo normal, ella en agradecimiento le dio a Jesús lo mejor que tenía, ella tenía una libra de perfume de alabastro que se usaba para las ocasiones muy especiales, el perfume más caro, y lo derramo todo para ungir al Señor. Eso nos recuerda que alguien que está verdaderamente agradecido no se conforma con dar lo normal, con hacer lo que todos hacen, sino que quiere dar lo mejor, lo que verdaderamente el Señor merece.
Alguien que está verdaderamente agradecido no se conforma con cantar, quiere dar la mejor adoración, derrama su corazón delante del Señor. El cristiano verdaderamente agradecido no se conforma con servir, quiere servir con excelencia, con amor, no para ser visto por los hombres sino para agradar al Señor. Hebreos 12:28 Así que, recibiendo nosotros un reino inconmovible, tengamos gratitud, y mediante ella sirvamos a Dios agradándole con temor y reverencia;
El que está verdaderamente agradecido no da lo que le sobra, sino lo mejor, para esta persona no es una carga participar al Señor de su tiempo, de su dinero, de sus talentos y dones, sino que puede decir: Gracias Señor por lo que me has dado en el pasado, lo que me das a diario, y lo que me ofreces en el futuro.
3. Por la Vida Eterna con Cristo: Tito 3:6b
El cual derramó en nosotros abundantemente por Jesucristo nuestro Salvador,
Todos los humanos tendremos VIDA ETERNA
Pero unos la tendrán separados de Dios – Mateo 25:46 E irán estos al castigo eterno, y los justos a la vida eterna.
· Pero los que confesamos a Cristo, los que le creímos a Cristo y los que recibimos a Cristo, tendremos VIDA ETERNA a su lado y con Dios. Mateo 25:46b
· Romanos 6:22-23; Mas ahora que habéis sido libertados del pecado y hechos siervos de Dios, tenéis por vuestro fruto la santificación, y como fin, la vida eterna. Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.
1 Juan 5:20 Pero sabemos que el Hijo de Dios ha venido, y nos ha dado entendimiento para conocer al que es verdadero; y estamos en el verdadero, en su Hijo Jesucristo. Este es el verdadero Dios, y la vida eterna.
Debemos de dar gracias a Dios por la promesa de la Vida Eterna.
Vamos a Vivir en el cielo con Él, el Paraíso de Dios el lugar donde Jesús está preparando para los que han creído en Él, una ciudad con calles de oro. Algunos en este mundo no tienen una casa permanente, o mucho dinero, pero nuestra esperanza es que hay una ciudad cuyo arquitecto y constructor es Dios. Hebreos 11: 10 porque esperaba la ciudad que tiene fundamentos, cuyo arquitecto y constructor es Dios.
«Y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de la mano de mi Padre» Juan10:28. «En la esperanza de la vida eterna, la cual Dios, que no miente, prometió desde antes del principio de los siglos» Tito 1:2.
Ahora le invito a que tome un momento para reflexionar sobre lo que ha ocurrido en su vida y las cosas por las cuales debe dar agradecimiento a Dios. Piense en alguien que le haya ayudado, las oportunidades que Dios le ha dado y las cosas que ha logrado. Agradezca a Dios por todo lo que le ha dado. COLOSENSES 3:15 Y la paz de Dios gobierne en vuestros corazones, a la que asimismo fuisteis llamados en un solo cuerpo; y sed agradecidos. El agradecimiento nos permite continuar recibiendo los favores y misericordias de Dios en nuestra vida, pero sucede lo contrario con la ingratitud que sirve como un obstáculo para las bendiciones que el Señor tiene para nuestras vidas. La gratitud implica la primera motivación para congregarnos en la iglesia y adorar al Señor (Salmo 100:4-5) Entrad por sus puertas con acción de gracias, Por sus atrios con alabanza; Alabadle, bendecid su nombre. 5Porque Jehová es bueno; para siempre es su misericordia, Y su verdad por todas las generaciones. La gratitud es la voluntad de Dios para nuestra vida, o sea que tenemos que confiar en el Señor y estar agradecidos, aunque no entendamos lo que Dios está haciendo en nuestra vida (1 Tesalonicenses 5:18) Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús. En el Nuevo Testamento, vamos a encontrar en varias ocasiones como una promesa para los creyentes la Vida Eterna. Por ejemplo, en Juan 3:16 se dice: «Porque de tal manera amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna».
Además, en Juan 17:3 se establece que la Vida Eterna es conocer a Dios y a Jesucristo: «Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado».
En nuestra esperanza como cristianos, la Vida Eterna es una recompensa por seguir y cumplir las enseñanzas de Jesucristo y vivir una vida de fe y santidad. Vida Eterna es vivir con Cristo es conectarnos con Dios en oración y en adoración, y a la vez conectarse con otras personas mediante relaciones positivas, y aun más se convierte el creyente en parte importante, vital en la iglesia local. Está sujeto a crecimiento en su relación con Dios estudiando su palabra. Trabaja junto con los demás en la iglesia y hace que otras personas sean atraídas por el Señor. Pronto se hará misionero porque proclamará a otras personas el evangelio de Jesucristo.
Quiere usted compartir su vida con el Señor, ahora es la oportunidad de unirse a Él, acéptelo como su Señor y Salvador y tendrá la Vida Eterna.
