22 En seguida Jesús hizo a sus discípulos entrar en la barca e ir delante de él a la otra ribera, entre tanto que él despedía a la multitud. 23 Despedida la multitud, subió al monte a orar aparte; y cuando llegó la noche, estaba allí solo. 24 Y ya la barca estaba en medio del mar, azotada por las olas; porque el viento era contrario. 25 Mas a la cuarta vigilia de la noche, Jesús vino a ellos andando sobre el mar. 26 Y los discípulos, viéndole andar sobre el mar, se turbaron, diciendo: ¡Un fantasma! Y dieron voces de miedo. 27 Pero en seguida Jesús les habló, diciendo: ¡Tened ánimo; yo soy, no temáis! 28 Entonces le respondió Pedro, y dijo: Señor, si eres tú, manda que yo vaya a ti sobre las aguas. 29 Y él dijo: Ven. Y descendiendo Pedro de la barca, andaba sobre las aguas para ir a Jesús. 30 Pero al ver el fuerte viento, tuvo miedo; y comenzando a hundirse, dio voces, diciendo: ¡Señor, sálvame! 31 Al momento Jesús, extendiendo la mano, asió de él, y le dijo: ¡Hombre de poca fe! ¿Por qué dudaste? 32 Y cuando ellos subieron en la barca, se calmó el viento.
Uno de los milagros más impresionantes de Jesucristo se nos da cuando el apóstol Pedro sale de una barca y camina sobre aguas con viento contrario para encontrarse con el Señor en el mar. Aquí vemos no sólo a Jesús que camina sobre el mar de Galilea, sino que también Pedro lo hace. Jesús antes ha hecho un gran milagro, acaba de alimentar a los cinco mil y luego después subió al monte a hablar con su padre y ahora se reúne con los discípulos en el mar. Los discípulos empiezan a ver el poder de Jesús, pero aun así su fe en Él todavía tiene que crecer. Jesús continúa su enseñanza. Mientras los discípulos cruzan el mar, se desata una feroz tormenta que da miedo. Jesús se acerca a ellos caminando sobre las aguas. Los discípulos creyendo que es un fantasma, están aterrorizados. Aunque llevaban mucho tiempo con Cristo, no reconocen a Jesús cuando se acerca en medio de la tormenta. Es posible no reconocer al Señor cuando viene a nuestro lado durante nuestras propias tormentas personales. Más, Jesús comprende la inmadurez de nuestra fe. A Sus discípulos, el Señor les dice estas palabras de consuelo: «¡Tened ánimo; “yo soy, no temáis!»
Mateo 14:27
Pastor Jose Juarez
Notas de sermón:
Es posible que ahora, algunos de nosotros estemos a punto de hundirnos en el mar de la vida, y no ha sido posible darnos cuenta de eso. NO estamos pensando que la ruta que hemos escogido nos conduce a un inevitable hundimiento. Nos hemos desviado del camino que Dios nos marcó; por ser el camino angosto nos parece muy difícil de seguir y optamos por tomar el camino más amplio sin darnos cuenta que nos lleva a la destrucción.
1.- Jesús los hizo entrar en la barca: Mateo 14:22
En seguida Jesús hizo a sus discípulos entrar en la barca e ir delante de él a la otra ribera, entre tanto que él despedía a la multitud. Despedida la multitud, subió al monte a orar aparte.
Ya en el mar y con las olas fuertes Pedro se hundía, pero Jesús lo saca. Cuando Jesús y Pedro entran en la barca, la tormenta se detiene. La reacción de los discípulos ante todo lo que han presenciado es de asombro, adoración y devoción al Señor. A Jesús le dicen: «Verdaderamente eres Hijo de Dios» (Mateo 14:33). 3Entonces los que estaban en la barca vinieron y le adoraron, diciendo: Verdaderamente eres Hijo de Dios.
Los discípulos empiezan a comprender que Jesús es todopoderoso, incluso sobre las fuerzas de la naturaleza, y dan un paso más hacia la madurez en la fe. Jesús utiliza esta experiencia en el mar para que sus seguidores comprendan mejor quién es Él como su Dios. Él es el Señor Todopoderoso aun de los vientos y las olas, y cuando está presente con nosotros en nuestras tormentas, podemos confiar en que calmará la tormenta o nos calmará a nosotros. Got Question
Vemos a Pedro que se enfocó en las cosas equivocadas, pero instintivamente supo que hacer. Gritó: «Señor, sálvame». es en ese momento cuando, «Jesús, extendiendo la mano, asió de él» (Mateo 14:31). Luego Jesús le pregunta por qué dudaba. En ese breve tiempo, Pedro demostró la forma en que quizá la mayoría de los cristianos suelen responder al miedo y a la incertidumbre. La primera actitud es, tener miedo. Luego, sentir que Dios está allí cuidando de nosotros, y por eso es que damos un paso de fe. Posteriormente, a medida que se avanza en la prueba, se empieza a dejar de ver al Señor y la persona se centra en los peligros que le rodean, y comienza a sentirse confundido. Después, se vuelve a enfocar en el Señor y clama pidiendo ayuda. Esto nos demuestra la naturaleza voluble de nuestra fe y de la necesidad de buscarlo continuamente al Señor en busca de su ayuda. La vida cristiana es un proceso que va paso a paso y que requiere que seamos Cristo céntricos. Si empezamos a mirar a nuestro alrededor y a distraernos con cosas mundanas, caeremos. Y con frecuencia, pasar de una fe firme a una vida dudosa, no lleva mucho tiempo, a veces es cuestión de segundos. Pero al final, Jesús siempre está ahí. Compelling Truth
La enseñanza es: si Jesús nos dice que entremos en la barca; hagámosle caso por algo nos ha dicho eso. Cuando les dijo que entraran a la barca y él iba a orar no dejó a nadie afuera… le dio la orden a los 12 Vea esto Si Él lo ha traído a esta Iglesia. No se mueva. Si le dio ya su trabajo, no lo cambie, si ya le dio su familia, no la cambie.
2.- El viento era contrario: Mateo 14:24-27
Comentarios Matthew Henry. Pedro caminó sobre el agua, no por diversión ni por jactarse, era para ir a Jesús, y es en eso donde fue sostenido maravillosamente. Se nos promete sustento, y debe esperarse, sólo en el área espiritual; incluso no podemos siquiera ir a Jesús a menos que seamos sostenidos por su poder. Cristo le dijo a Pedro que fuera a Él, no sólo para que pudiera andar sobre el agua, y así conocer el poder de su Señor, sino para que conociera su propia debilidad. A menudo el Señor permite que Sus siervos tengan lo que eligen, para humillarlos y probarlos, y para mostrar la grandeza de su poder y su gracia. —Cuando dejamos de mirar a Cristo para mirar la grandeza de las dificultades que se nos oponen, empezamos a desfallecer, pero cuando le invocamos, Él extiende su brazo y nos salva. Cristo es el gran Salvador; quienes serán salvados deben ir a Él y clamar pidiendo salvación; nunca somos llevados a este punto, sino hasta que nos hallamos zozobrando: el sentido de la necesidad nos lleva a Él. —Reprendió a Pedro. Si pudiéramos creer más, sufriríamos menos. La debilidad de la fe y el predominio de nuestras dudas, desagradan a nuestro Señor Jesús, porque no hay buena razón para que los discípulos de Cristo tengan dudas. Aun en un día tempestuoso, Él es para ellos una ayuda muy presente. —Nadie sino el Creador del mundo podía multiplicar los panes, nadie sino su Gobernador podría andar sobre las aguas del mar: los discípulos se rindieron a la evidencia y confesaron su fe. Ellos fueron apropiadamente afectados y adoraron a Cristo. El que va a Dios debe creer; y el que cree en Dios, irá a Él, Hebreos11:6. 6 Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan. Comentarios socibiblia.
Es probable que estemos manejando algunos problemas como alguna enfermedad, de tipo económico, de escaso trabajo, etc. A lo mejor tenga problemas con el vecino, mudarse a otro lugar no es la respuesta. Problemas en su trabajo, a lo mejor no era lo que esperaba. Problemas con su familia, pero quién no tiene problemas de familia. A lo mejor quiere irse. En momentos como éstos es cuando más pensamos que Dios nos ha abandonado. Pero nadie se ha dado cuenta que cuando estamos en esos momentos de turbulencia y vientos contrarios, nuestro Señor Jesús ya viene en camino a auxiliarnos. Y nos dice: Tened ánimo. Algo que parece muy curioso es que pasó mayor parte de la noche y nadie había preguntado por Cristo. ¿No nos pasa a nosotros lo mismo?
3.- Manda que YO vaya a tí: Mateo 14:28-29
Pedro ve el peligro de la tormenta y pide a su Señor que le ayude a salirse de la barca, los demás observan y Jesús le dijo: Ven. Es importante que veamos en este pasaje que nos muestra la importancia de tener fe en Dios y confiar en él en momentos difíciles. También nos enseña la humildad de aceptar nuestra propia debilidad y pedir ayuda. Al aplicar estos valores en nuestras vidas, podemos fortalecer nuestra fe y mejorar nuestra relación con Dios. Pero Pedro se volvió egoísta, Jesús les había dicho a los 12 que subieran a la barca y ahora Pedro quería salir solo, no dejemos a los 11 en peligro. No deje abandonada su familia. No se salga de la barca porque Jesús le puede dar una lección dolorosa
4.- Comenzando a hundirse: Mateo 14:30-32
Pedro, al intentar hacer lo mismo, comienza a hundirse debido a sus dudas y temores. Sin embargo, al recuperar su confianza en Jesús, logra salir a flote nuevamente. Este relato nos invita a ver el mar como un símbolo del mundo actual, lleno de desafíos y dificultades, y a Pedro como una representación del creyente, que puede dudar pero siempre encuentra su fuerza en la fe en Cristo. Pedro al ver el fuerte viento – No veamos los efectos del problema… no dejemos de ver a Jesús… No dejemos que el miedo nos turbe. Hagamos lo mismo que hizo Pedro… No fue a pedir ayuda a sus amigos, a sus colegas, sino que le pidió ayuda a Cristo. Tómese fuerte de la mano de Cristo. La única solución que encontrará para sacarlo de su problema es la mano de Cristo. El viento se calmó cuando subieron a la barca, era el lugar que no tuvo que haber dejado.
Pedro en ese momento era figura nuestra: unas veces confía, otra titubea; unas veces confiesa a Jesús inmortal y otras teme que muera. Por eso es que hay miembros seguros, y los hay también inseguros, y la iglesia no puede subsistir sin seguros ni sin inseguros. Cuando Pedro dijo: Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo, significa a los seguros; pero en el momento de temblar y titubear, no queriendo que Cristo padeciera, temiendo la muerte y no reconociendo la Vida, significa a los inseguros de la Iglesia. Solamente la mano de Dios es la que puede evitar un hundimiento en nuestras vidas. No cometamos el mismo error de Pedro, no hay que dar atención a lo que dicen las circunstancias de su vida, no escuche la voz del mundo, no confíe en usted mismo, ni en su preparación, no confíe en sus razonamientos, no acepte consejos de gente que a lo mejor es bien intencionada, pero no está en comunicación con Dios, no crea lo que otros dicen de Ud. o de acuerdo a las circunstancias. Reconozcamos que nuestra salud no depende de lo que dicta un médico, o un diagnóstico. Su economía no depende de la bolsa de valores, ni del aumento de sueldo que nunca llega a ser completo. Su vida totalmente depende de Dios, porque el hizo los cielos y la tierra, créale sólo a Él. Ponga su atención en Jesús. No mire la tormenta. Piénselo.
