Sunday Morning Service

Sermón de la Mañana #199 | LA GRACIA DE DIOS



Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe.

Efesios 2:8-9

Notas de sermón: 

En este pasaje, se enfatiza que la salvación es un regalo de Dios, y no puede ser obtenida a través de nuestras propias obras o méritos.

La gracia de Dios se refiere a su amor sin condiciones y perdón hacia la humanidad, incluso cuando no lo merecemos. Es un regalo de Dios que va más allá de nuestras limitaciones y pecados. Es el amor de Dios que no depende de lo que hayamos hecho o dejado de hacer, sino que es un regalo muy propio de parte de Él. En este pasaje, se deja claro que nuestra salvación es un acto de la gracia divina. No hay nada que podamos hacer para ganarnos la salvación; es Dios quien la ofrece libremente a través de Jesucristo.

1.      LA GRACIA DE DIOS EN LA SALVACION.

En el libro de Génesis leemos que el ser humano ha estado separado de Dios a causa del pecado. Romanos 3:23 dice: “Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios”. Esta separación es el resultado de nuestras acciones, de nuestra desobediencia y rebeldía contra Dios.

Pero Dios manifiesta su inmenso amor por la humanidad y, no nos dejó en ese estado de condenación. Él tenía un plan desde antes de la fundación del mundo: la redención a través de Jesucristo. La gracia de Dios se manifestó cuando Dios envió a su Hijo, Jesucristo, a morir en la cruz por nuestros pecados. En Romanos 5:8, Leemos: “Pero Dios muestra su amor para con nosotros, en que; siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros”. Este es el acto sublime de gracia. No esperó a que nos arrepintiéramos primero, ni a que mejoráramos nuestras vidas. En física se habla de entropía (usualmente simbolizada con la letra S) para referirnos al grado de equilibrio de un sistema termodinámico, o más bien, a su nivel de tendencia al desorden (variación de entropía). Cuando se produce una variación de entropía positiva, los componentes de un sistema pasan a un estado de mayor desorden que cuando se produce una entropía negativa. Fuente: https://concepto.de/entropia/#ixzz8rHq5ql9l

 No podemos ir del desorden al orden, no hay evolución es al contrario vamos del orden al desorden venimos con el ADN lleno de pecado. Siendo aún pecadores, Cristo tomó nuestro lugar, pagó el precio que nosotros merecíamos y nos abrió el camino hacia la vida eterna. Adán y Eva pasan el pecado a toda la raza humana por el ADN . A Adán Dios lo duerme y de la costilla saca a la mujer, de la vertebra porque produce la sangre y ahí el ADN y eso contamina a todos los hombres con el pecado. O sea de un orden establecido pasa a un desorden.

2.      VIVIENDO EN LA GRACIA.

Lo maravilloso de la gracia de Dios es que no se limita únicamente al acto de conversión o salvación, sino; que la gracia es continua. Es un regalo que está presente cada día de nuestras vidas. Nos fortalece, nos guía y nos transforma. La gracia no es únicamente el perdón de nuestros pecados, sino que alcanza al poder que Dios nos da para vivir conforme a su voluntad.

Tito 2:11-12 dice: “Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres, enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente”. Nos enseña que la gracia no se limita únicamente a la salvación, sino que también nos dice cómo vivir. La gracia nos ayuda a separarnos del pecado y a vivir una vida que glorifique a Dios, viviendo a su voluntad. Es por su gracia que podemos conducirnos en santidad y obediencia. (Sermones Cristianos)

3.      RESPONDIENDO A LA GRACIA DE DIOS.

Existe una actitud para responder a la gracia de Dios.  ¿Cómo debemos responder? Lo más importante es responder con gratitud y humildad. Reconociendo que la gracia es un regalo inmerecido, esto nos debe conducir a un estado de humildad, sabiendo que todo lo que somos y tenemos es por la bondad de Dios. El agradecimiento nos hace capaces de reconocer el sufrimiento de Cristo en la Cruz y la inmensidad de su amor. El agradecimiento a Dios nos lleva a una condición en que nos hará renunciar al pecado y vivir de una manera que honre a Dios haciendo su voluntad. Es todo lo contrario a obedecer para ganar la gracia, ahora debemos obedecer porque hemos recibido la gracia de Dios. El apóstol Pablo lo expresa claramente en Romanos 6:1-2: “¿Qué, pues, diremos? ¿Perseveraremos en el pecado para que la gracia abunde? En ninguna manera. Porque los que hemos muerto al pecado, ¿cómo viviremos aún en él?”. La gracia no nos permite vivir en pecado y darnos una licencia para seguir pecando, sino que hace un llamado a vivir en santidad. Sin embargo, Pablo argumenta que aquellos que han muerto al pecado no pueden seguir en él: «En ninguna manera. Porque los que hemos muerto al pecado, ¿cómo viviremos aún en él?» (Romanos 6:2). Esto no significa que los creyentes estén libres de pecado. Más bien, significa que el pecado ya no nos domina: «Pero gracias a Dios, que aunque erais esclavos del pecado, habéis obedecido de corazón a aquella forma de doctrina a la cual fuisteis entregados; y libertados del pecado, vinisteis a ser siervos de la justicia» (versículos 17-18).

En los versículos 3-4 de Romanos 6, Pablo recuerda a los creyentes que han sido bautizados en Cristo: «¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte? Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva». Por medio de la obra del Espíritu Santo, hemos sido unidos a Cristo. Ahora, podemos caminar en una vida nueva. Got Question?

Nunca debemos olvidar la grandiosidad de este don y que debemos vivir cada día en gratitud, obediencia y disposición para compartirla con la voluntad de nuestro Señor Jesús. La gracia de Dios nos ofrece perdón por nuestros pecados. Dios puede transformar a un culpable en un «inocente». La comprensión de la gracia nos lleva a una respuesta natural de gratitud. Para responder a la gracia de Dios, debemos apartarnos de nuestro pecado y confiar en que Jesús nos salvará. El Señor es el único que puede cambiar un corazón para escribir en él sus leyes y así lograr que una persona pueda ser transformada. Por la gracia de Dios será la única forma de poder identificarnos con nuestro Señor, quiere usted creer en Jesús para obtener la vida eterna. Hágalo ahora, porque hoy es día de salvación.

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