Sunday Morning Service

Sermón de la Mañana #207 | SIMBOLOS DE LA PRESENCIA DE DIOS



27 Todas las cosas me fueron entregadas por mi Padre; y nadie conoce al Hijo, sino el Padre, ni al Padre conoce alguno, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo lo quiera revelar.

Salmos 139:7-10

Notas de sermón: 

Salmos 139:7-10 Reina-Valera 1960

7 ¿A dónde me iré de tu Espíritu? ¿Y a dónde huiré de tu presencia?

8 Si subiere a los cielos, allí estás tú; Y si en el Seol hiciere mi estrado, he aquí, allí tú estás.

9 Si tomare las alas del alba. Y habitare en el extremo del mar, 10 Aun allí me guiará tu mano,

Y me asirá tu diestra.

La presencia de Dios se refiere a la forma en que Dios está presente y se manifiesta en la vida de las personas y en la creación. La presencia de Dios puede ser física, espiritual o simbólica. El término «presencia» también implica una relación de muy cerca entre Dios y sus hijos. El estar en Cristo enseña que la presencia de Dios es una bendición y una fuente de consuelo, fortaleza y dirección en la vida de cada creyente.  Es así que cuando Dios está presente: los enfermos son sanados, los cautivos son liberados, las cargas son quitadas, la derrota se convierte en victoria, el lamento se convierte en alegría. ¿No ardía nuestro corazón en nosotros, mientras nos hablaba en el camino, y cuando nos habría la escritura? Lucas 24:32

1.       Anhelo por la Presencia de Dios.

Salmos 42:1-2

“Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas, así clama por ti, oh Dios, el alma mía. Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo; ¿cuándo vendré, y me presentaré delante de Dios?”

La necesidad de la presencia de Dios en nuestras vidas es una realidad. Sin la presencia de Dios, nuestro caminar como creyentes se vuelve rutinario, y perdemos el propósito y la dirección de nuestra vida. Su presencia nos fortalece, nos guía y nos llena de seguridad en medio de las pruebas. En esta ocasión el salmista expresa el deseo de la presencia de Dios. Nos hace reflexionar sobre la importancia de tener un corazón sediento de Dios y estar junto a Él. Desde el principio de la creación, el plan de Dios para con el hombre siempre ha sido, de que el hombre disfrute de la presencia divina, en las familias, en la comunidad, en el liderazgo de las naciones.

Pero debido a la desobediencia del hombre en el jardín del Edén, esta provocó un rompimiento en la relación entre Dios y el hombre, esa ruptura fue capaz de hacer una separación a causa del pecado de desobediencia. Desde ese momento en el cual el ser humano peca contra Dios; su presencia se aleja de la raza humana, desde ese entonces siempre ha habido un deseo del ser humano, por volver a sentir la presencia de Dios.

Y el hombre ha buscado diferentes medios, diferentes alternativas, diferentes posibilidades, en las cuales el hombre pudiera volver a experimentar la presencia de Dios en sus vidas. Lo busca con la religión por medio de símbolos, Pablo en el Areópago, había visto muchos dioses, pero había un lugar destinado al Dios desconocido Hechos 17:22-24 22 Pablo, erguido en el centro del Areópago, tomó la palabra y se expresó así: Atenienses: resulta a todas luces evidente que ustedes son muy religiosos. 23 Lo prueba el hecho de que, mientras deambulaba por la ciudad contemplando los monumentos sagrados, he encontrado un altar con esta inscripción: “Al dios desconocido”. Pues al que ustedes adoran sin conocerlo, a ese les vengo a anunciar. 24 Es el Dios que ha creado el universo y todo lo que en él existe; siendo como es el Señor de cielos y tierra, no habita en templos construidos por hombres. Así es que hoy podemos nosotros disfrutar de la presencia de Dios, por su gracia y su misericordia, podemos nosotros ahora gozar de aquel que nos ama y nos ha dado salvación.

Dios entendiendo que el ser humano necesitaba de él, ¡sin mí nada sois! Juan 15:5  5 Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, este lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer. En nuestros días las religiones tienen mucha participación de humo solamente, en algunas iglesias litúrgicas; hay mucha quema de incienso, o humo fabricado en iglesias carismáticas, hay una ausencia de la presencia real de Dios. Dichas iglesias tienen imágenes de palomas, otras muestran banderas ondeando, queriendo representar el fuego. El crucifijo es uno de los símbolos más reconocibles del catolicismo, La Estrella de David, un símbolo de seis puntas formado por dos triángulos entrelazados, es uno de los emblemas más representativos del judaísmo. El Om es un símbolo sagrado en el hinduismo, que representa la esencia del universo y la unidad entre lo físico y lo espiritual. La media luna y la estrella: Símbolos que representan la fe islámica y se asocian con la luz divina. En el budismo. La rueda del dharma: Representa el ciclo interminable del renacimiento y transmite las enseñanzas de Buda sobre el camino hacia la iluminación. (Blog Iglesias Locales) Esto nos está indicando que a menudo esto es todo lo que hay en estas religiones…solo símbolos, no hay presencia de Dios. Y muchos creyentes anhelan que la verdadera presencia se de en una iglesia en donde parece haber símbolos únicamente, pensamos entonces que con la disminución de la presencia de Dios tiene lugar solamente el aumento de símbolos. (porque el ser humano sin Dios no es nada) entonces Dios empezó a conformar un plan.

Y dentro de ese plan llamó a un hombre llamado Moisés, y le dijo a Moisés que tenía que construir un lugar, donde la presencia de Dios iba a ser depositada. Y fue llamado el Tabernáculo. Una tienda en medio del desierto Moisés construyó ese lugar conforme a las medidas, normas y reglamentos que el Señor le dictó para que construyera el lugar de reunión, donde iba a reposar la presencia del Señor. Moisés simplemente lo construyó según un plan divino. Tuvo que seguir instrucciones y no hacer lo que pensaba que era mejor.

Dios le proveyó a Moisés dos cosas enseñanza y milagros, esto es un anticipo de lo que llamamos la Palabra y el Espíritu. La Palabra que era la ley moral (Los diez Mandamientos) La ley ceremonial (como Israel debería adorar a Dios) y la ley civil (como el pueblo debería gobernarse a sí mismo) El Espíritu se reveló en cosas como el resplandor en el Sinaí, la espesa nube sobre el monte, el maná diario y la guía sobrenatural de la columna de fuego y la nube. Como vemos la palabra no era para enseñarle únicamente al antiguo pueblo de Dios, sino también para nosotros hoy Romanos 5:4.  4 Porque las cosas que se escribieron antes, para nuestra enseñanza se escribieron, a fin de que por la paciencia y la consolación de las Escrituras, tengamos esperanza. En ese tiempo hubo una combinación de símbolos y la presencia de Dios. Lo que Moisés hizo fue una sombra de lo que estaba en el cielo lo real y original se encuentra en el cielo Hebreos8:5 5 los cuales sirven a lo que es figura y sombra de las cosas celestiales, como se le advirtió a Moisés cuando iba a erigir el tabernáculo, diciéndole: Mira, haz todas las cosas conforme al modelo que se te ha mostrado en el monte. El tabernáculo señalaba hacia el futuro dos hechos: La venida del Señor Jesucristo y el Espíritu Santo. Todo lo que estaba dentro del Tabernáculo señalaba esto

Ese lugar tenía tres áreas específicas y especiales

• El atrio era el lugar iluminado por la luz del sol, destapado y no había nada en especial que ver, los que entraban veían únicamente para arriba, como símbolo que Dios está en el cielo, no había piso encementado; sino arena del cierto, que hace que el hombre vea que es terrenal.
• El lugar santo: ahí se hallaba la mesa, el candelabro y el altar del incienso. Sobre la mesa estaba el pan, llamado el pan de la proposición, este pan era comido únicamente por los sacerdotes, pero una vez se le dio a David en medio de una emergencia cuando estaba huyendo (1 Samuel21:6)  6 Así el sacerdote le dio el pan sagrado, porque allí no había otro pan sino los panes de la proposición, los cuales habían sido quitados de la presencia de Jehová, para poner panes calientes el día que aquellos fueron quitados. El Pan señalaba a Jesús, que se llamó por si mismo el pan de vida, Juan 6:48 Yo soy el pan de vida. El pan apuntaba a la Cena del Señor, el pan es cuerpo simbólico del Señor: Juan 6:53 Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Si no coméis la carne del Hijo del Hombre, y bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. La cena del Señor constituía la presencia simbólica del Señor. Cuando por fe participamos del pan y el vino mientras Jesús está presente espiritualmente existe un gran sentido de su presencia y que solo se promete al celebrar la cena del Señor. Y es tan sagrada que Dios envió su Juicio sobre ciertos cristianos en Corinto debido a que participaban de ella indignamente 1 Corintios 11:27-32 (27 De manera que cualquiera que comiere este pan o bebiere esta copa del Señor indignamente, será culpado del cuerpo y de la sangre del Señor. 28 Por tanto, pruébese cada uno a sí mismo, y coma así del pan, y beba de la copa. 29 Porque el que come y bebe indignamente, sin discernir el cuerpo del Señor, juicio come y bebe para sí. 30 Por lo cual hay muchos enfermos y debilitados entre vosotros, y muchos duermen. 31 Si, pues, nos examinásemos a nosotros mismos, no seríamos juzgados; 32 mas siendo juzgados, somos castigados por el Señor, para que no seamos condenados con el mundo).
• El lugar santísimo

Este representaba la presencia inmediata de Dios. El lugar santísimo estaba iluminado con una luz propia, que era la misma gloria de Dios. Ahí se encontraba el arca del pacto, que era el elemento más sagrado y temible de todos, dentro del arca se encontraban los Diez Mandamientos, un recipiente con maná y la vara de Aaron que floreció Hebreos 9:3-4 ( 3 Tras el segundo velo estaba la parte del tabernáculo llamada el Lugar Santísimo, 4 el cual tenía un incensario de oro y el arca del pacto cubierta de oro por todas partes, en la que estaba una urna de oro que contenía el maná, la vara de Aarón que reverdeció, y las tablas del pacto;)

Y nosotros tenemos a Cristo, él es la luz de esta iglesia. Encima del arca había una lámina de oro llamada el propiciatorio, donde el sacerdote rociaba la sangre de un animal. Jesús entró en el cielo por su propia sangre Hebreos9:12 (12 y no por sangre de machos cabríos ni de becerros, sino por su propia sangre, entró una vez para siempre en el Lugar Santísimo, habiendo obtenido eterna redención).

1.       LA PRESENCIA DE DIOS.

Sin duda el sentido más extraordinario de la presencia de Dios tuvo lugar en la crucifixión de Jesús cuando clamaba Mateo 27:45-46 (45 Y desde la hora sexta hubo tinieblas sobre toda la tierra hasta la hora novena. 46Cerca de la hora novena, Jesús clamó a gran voz, diciendo: Elí, Elí, ¿lama sabactani? Esto es: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado? Las tinieblas representaban la presencia manifiesta de Dios. Se trataba de la gloria. Cuando Moisés estableció el día de la expiación en Levítico 16:2 2 Y Jehová dijo a Moisés: Di a Aarón tu hermano, que no en todo tiempo entre en el santuario detrás del velo, delante del propiciatorio que está sobre el arca, para que no muera; porque yo apareceré en la nube sobre el propiciatorio. En el templo de Salomón y el arca fue llevada dentro la nube lo llenó, la gloria de Dios llenó el templo, Salomón dijo: 1 Reyes 8:12 Entonces dijo Salomón: Jehová ha dicho que él habitaría en la oscuridad.

Era el sello de Dios sobre la muerte de su hijo. La oscuridad, la presencia de Dios manifiesta, llenó toda la tierra. Pero aun hay algo más, en el Pentecostés que significa cincuenta días tiene lugar cada año para conmemorar la entrega de la ley. Y el Espíritu Santo descendió sobre los discípulos cincuenta días después de la muerte de Jesús. Su muerte significó el cumplimiento de la ley mosaica, así la llegada del Espíritu Santo se ratifica el cumplimiento de ella por parte de Jesús 18 Pero si sois guiados por el Espíritu, no estáis bajo la ley. Gálatas 5:18

El temor reverente hacia las cosas de Dios, serán producidas por el Espíritu Santo que Moisés y Josué enseñaron Hechos 2:43 Y sobrevino temor a toda persona; y muchas maravillas y señales eran hechas por los apóstoles. Cuando Ananías y Safira le mintieron al Espíritu Santo y cayeron muertos, igual como los que profanaron el arca Hechos 5:11 Y vino gran temor sobre toda la iglesia, y sobre todos los que oyeron estas cosas. Por eso dudamos que la iglesia primitiva necesitara imágenes o símbolos para recordar al Espíritu Santo, no era necesario quemar incienso. Los símbolos no son necesarios cuando Dios mismo está presente de forma manifiesta. Ninguna experiencia de Dios, en un milagro, curación, señal o maravilla podrá eliminar la necesidad de la fe en la vida presente. Hebreos 11:1 Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve. Lo que hace la fe es que creemos sin ver, por que algunos dicen hay que ver para creer, pero Jesús dice Crean en mi y serán salvos, hay que creer primero para poder ver. Jesús murió en la cruz por mis pecados, esta es mi esperanza hoy, su sangre pagó mi deuda. Su vida sin pecado y su muerte expiatoria satisfizo la justicia de Dios. Acepte a Jesús hoy para poder disfrutar de la presencia del mismo Dios.

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