Yo Juan, vuestro hermano, y copartícipe vuestro en la tribulación, en el reino y en la paciencia de Jesucristo, estaba en la isla llamada Patmos, por causa de la palabra de Dios y el testimonio de Jesucristo.”
Apocalípsis1:9
By Pastor Juárez
Todo creyente se goza de la comunión con Dios. Es maravilloso gozar de una relación íntima con el Señor, expresarle nuestros deseos, nuestras metas y esperar respuestas; con cuantas ansias se pone una vida de servicio incesante para el Divino Maestro y Señor. Y no importa cuán difícil y grande o demasiado ardua sea la faena si El Señor es glorificado.
Ahora Juan de pronto se encuentra en la isla de Patmos todo lo que tiene planeado, sus anhelos, sus estrategias, sus proyectos, se vinieron abajo. Ahora está aislado, sin esperanza; estaba privado de libertad a causa de su lealtad a la Palabra de Dios y al testimonio de Jesucristo. La vida es un proceso continuo de adaptarse a lo no esperado. La solución es de orden espiritual el aislamiento era solo la circunstancia externa de su vida, su medio ambiente diario. La comunión con Dios nos dará una nueva mentalidad y seremos capaces de solucionar una crisis.
La visión abrumadora del Cristo resucitado le hizo sentir que esa mano horadada descansaba sobre él. Tuvo que aislarlo para que el mensaje de Dios llegara a través de él al mundo entero. Muchos hemos pasado por esta experiencia de ver frustrados nuestros planes y parece que quedarán sepultados en el olvido, pero Dios no nos falla, nos ha aislado porque quiere revelarnos la gloria insospechada de su gracia y poder.
Necesitamos llenar nuestra existencia con la comunión del Señor y la compañía diaria del Espíritu Santo para que la relación con Dios sea más estrecha.

Amén hermana.
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