Sunday Morning Service

Sermón de la Mañana #133 | VENCIENDO A LA MUERTE



6 ¿Qué, pues, diremos? ¿Perseveraremos en el pecado para que la gracia abunde? 2 En ninguna manera. Porque los que hemos muerto al pecado, ¿Cómo viviremos aun en él? 3 ¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte? 4 Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva. 5 Porque si fuimos plantados juntamente con él en la semejanza de su muerte, así también lo seremos en la de su resurrección; 6 sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado. 7 Porque el que ha muerto, ha sido justificado del pecado. 8 Y si morimos con Cristo, creemos que también viviremos con él; 9 sabiendo que Cristo, habiendo resucitado de los muertos, ya no muere; la muerte no se enseñorea más de él. 10 Porque en cuanto murió, al pecado murió una vez por todas; mas en cuanto vive, para Dios vive. 11 Así también vosotros consideraos muertos al pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús, Señor nuestro.12 No reine, pues, el pecado en vuestro cuerpo mortal, de modo que lo obedezcáis en sus concupiscencias; 13 ni tampoco presentéis vuestros miembros al pecado como instrumentos de iniquidad, sino presentaos vosotros mismos a Dios como vivos de entre los muertos, y vuestros miembros a Dios como instrumentos de justicia. 14 Porque el pecado no se enseñoreará de vosotros; pues no estáis bajo la ley, sino bajo la gracia.15 ¿Qué, pues? ¿Pecaremos, porque no estamos bajo la ley, sino bajo la gracia? En ninguna manera. 16 ¿No sabéis que si os sometéis a alguien como esclavos para obedecerle, sois esclavos de aquel a quien obedecéis, sea del pecado para muerte, o sea de la obediencia para justicia? 17 Pero gracias a Dios, que aunque erais esclavos del pecado, habéis obedecido de corazón a aquella forma de doctrina a la cual fuisteis entregados; 18 y libertados del pecado, vinisteis a ser siervos de la justicia.

Romanos 6:1-18

Pastor Jose Juarez

Notas de sermón: 

Pablo explica en este pasaje de Romanos como Cristo, al resucitar de entre los muertos, se convirtió en el libertador que nos hace libres de la esclavitud del pecado.

La resurrección de Jesús venció el poder del pecado e hizo posible que vivamos en libertad.

Hoy es un día especial, estamos rememorando que nuestro Señor Jesucristo murió en la cruz del calvario, y fue sepultado, pero resucito al tercer día y ahora vive para siempre.

En la historia de la humanidad muchas personas de éxito, héroes, personas importantes han muerto, pero solo una persona ha resucitado para nunca más a morir. Y ese es nuestro Señor Jesucristo.

Considerando las imágenes que el profeta Isaías utilizó para el Señor Jesús (vea Isaías 61.1 y Lucas 4.18), El Espíritu de Jehová el Señor está sobre mí, porque me ungió Jehová; me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar libertad a los cautivos, y a los presos apertura de la cárcel;

Lucas 4:18 El Espíritu del Señor está sobre mí,

Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres;

Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón;

A pregonar libertad a los cautivos,

Y vista a los ciegos;

A poner en libertad a los oprimidos;

Pablo explica en este pasaje de Romanos cómo Cristo, al resucitar de entre los muertos, se convirtió en el libertador que nos hace libres de la esclavitud del pecado. La resurrección de Jesús quebró las cadenas de la muerte, dando vida eterna a todas a las personas que confíen en él como su Salvador personal. Algunas personas regresaron de la muerte física, como Lázaro, pero todos murieron otra vez y se quedaron en los sepulcros.  Jesús fue la primera persona en la historia de resucitar por su propio poder, y nunca más va a morir.  Cristo resucitó y está vivo por toda la eternidad. Resurrección significa volver a levantarse de los muertos.
El pecado ya no tiene ninguna autoridad real sobre nosotros, porque nuestra vieja naturaleza ha muerto con Cristo, y así como Él resucitó, ahora nosotros somos capaces de experimentar una vida nueva con Él. Lázaro murió pecador, y se levantó pecador y volvió a morir. Cristo murió con todos nuestros pecados, con todas las maldades de la humanidad, con todas las enfermedades, Él pagó el precio y se levantó un nuevo hombre. Es el primogénito de entre los muertos. Propició una nueva raza. Él no volverá a morir. Murió una vez para siempre. Murió y resucitó.
Jesús se presentó delante de nosotros “para deshacer las obras del diablo” (1 Juan 3.8) y “destruir… al que tenía el imperio de la muerte” (Hebreos2.14). Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también participó de lo mismo, para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo,

Como usted ve, a pesar de lo mal que estamos como pecadores hay una esperanza viviente y El resultado es que somos libres, y ya no estamos dominados más por el pecado.
Jesucristo es capaz de hacernos libres, porque Él ha tratado con el pecado que nos esclaviza.

Nosotros nunca podríamos expiar nuestros propios pecados. No podríamos acabar con su poder. No podríamos decirle a Dios: Dios, estoy seguro de que lo que he hecho es suficiente para compensar por mis pecados, por muy mal que estos sean. Somos incapaces, no podemos hacer nada, que posiblemente compense la justicia de Dios. Pero Dios nos envió a su propio Hijo que si es capaz de darnos libertad del pecado. Pero Él se nos revela en la escritura. Si creemos en Él, conoceremos la verdad, y la verdad nos hará libres (Juan 8:32). Esa es Su promesa.

I.                     EL BAUTISMO QUE REPRESENTA.

Veamos como Pablo no lo explica en Romanos 6:3, tomando el bautismo como punto de referencia (vers. 3). ¿Qué es lo que el bautismo simboliza? Entre otras cosas, nuestra unión con Cristo. Así como Cristo murió y fue sepultado, así también nosotros somos sumergidos en el agua, como si fuésemos sepultados allí; pero de la misma manera que Cristo se levantó victorioso de la tumba al tercer día, nosotros también salimos del agua como si estuviésemos resucitando también (vers. 4-5). La unión con Cristo es la matriz de la cual fluyen todas las demás doctrinas sobre la salvación. (la redención, como la regeneración, la fe o la justificación). Los creyentes están tan íntimamente identificados con él y él con ellos que la Escritura dice que están unidos, él está en ellos y ellos están en él. El Señor y su pueblo comparten una vida espiritual común, de modo que el apóstol Pablo podría decir que nuestra vida está con Cristo en Dios (Colosenses 3:3), que Cristo es él mismo nuestra vida (Colosenses 3:4), y que Cristo vive en nosotros (Gálatas 2:20). Unido a su pueblo de esta manera, Cristo actúa como su representante y sustituto; es decir, lo que Cristo ha hecho en nombre de su pueblo, Dios lo reconoce contándolo para ellos, como si lo hubieran hecho ellos mismos. Debido a la unión con Cristo, los creyentes han sido crucificados con él (Gálatas 2:20), han muerto con él (Romanos 6: 8 y Col. 2:20), han sido sepultados con él (Romanos 6:3), han resucitado con él (Efesios 2:5-6, Col. 3:1), e incluso estarán sentados en el cielo con él (Efesios 2:6). Él es, pues, el Mediador de todos los beneficios de la salvación, porque Dios nuestro Padre “nos ha bendecido con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo” (Efesios. 1:3 ). John Macarthur / Richard Mayhue (Unión con Cristo)

II.                   MI IDENTIDAD CON CRISTO

Identidad. La RAE lo define así: Conjunto de rasgos propios de un individuo o de una colectividad que los caracterizan frente a los demás.

La identidad en Cristo es el concepto que Dios tiene de nosotros y es nuestra identidad espiritual, aquella identidad con Dios que adoptamos gracias a Él al aceptar a Cristo como nuestro salvador. Usted se convierte en otra persona, una nueva identidad, una nueva vida, una nueva criatura 2 Corintios 5:17: De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas. Estando con Él tendremos vida en abundancia El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia. Juan 10:10

La resurrección ilumina el camino que nos llevará hasta nuestro hogar verdadero y eterno con Dios (2 Ti 1.8-10). Tener nuestra identidad en Cristo implica dejar de buscar nuestra identidad comparándonos con el estereotipo del mundo. Significa confiar en Dios en lugar de creer en nuestras propias inseguridades y en lo que el mundo diga de nosotros.

Pero a pesar de quiénes éramos, a pesar de nuestros pecados, errores y debilidades, la misericordia de Dios nos alcanzó y nos salvó por medio de nuestro Señor Jesucristo.

Y ahora que Cristo vino a nuestra vida él nos dio una nueva identidad espiritual y como lo dice el texto , LAS COSAS VIEJAS PASARON Y AHORA SON HECHAS NUEVAS (2 CORINTIOS 5:17)

  

                             

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.