By pastor Juárez
Cuando tenia unos catorce años pensé, que voy a hacer desde este punto donde me encuentro? si apenas soy un estudiante, un punto fijo, hacia dónde iré, y si voy a alguna parte regresaré y recordé que no hay que mirar al pasado. El señor Jesús nos dijo:
“Sé de donde he venido y a dónde voy
Juan 8:14
aquí debo tener cuidado por que si pierdo de vista mis orígenes puedo perder mi identidad. Cuando emigré a USA hubo una transformación enorme en mis hábitos de conducta, mis hijos entraron a la escuela y se adaptaron fácilmente a la nueva cultura tecnológica y vida social de Estados Unidos y yo me quedé conservando mis valores, pues tres de ellos eran unos niños cuando llegaron a este país.
Ellos no entienden como en mi niñez pude existir sin celular, sin computadora, sin televisión a color, beber agua de la fuente y cómo hacía las tareas de la Universidad y no se imaginan, leer tantos libros, manuales, ir a la biblioteca y prestar libros, recortes de periódicos y usar el mimeógrafo para hacer copias. En esta sociedad no se valoran algunas cosas con las cuáles yo crecí. Saludar a las personas mayores, la responsabilidad en el trabajo, el respeto a los maestros, sentarse toda la familia a cenar, la verdadera amistad y otras cosas más, es probable que algunas personas sepan apreciar el valor de algunas cosas.
La palabra hogar no es igual para todas las personas, no siempre existe el calor de hogar, algunos comen comida suficiente, pero sienten más el hambre del alma, tienen casi todo, pero se sienten vacíos, tienen familia, pero no están conectados, tienen infinidad de amigos, pero no son amigos reales, verdaderos sino virtuales. Pero sigo mi identidad, por que determinó lo que soy ahora de adulto.
Yo hice mi historia ahora les toca a ellos hacer su propia historia. Con la ayuda de nuestro Señor Jesucristo podemos seguir adelante y crear una comunidad amada y llena de paz respetando valores y cuidándonos unos con otros.
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