Con mi voz clamé a Jehová, Y él me respondió desde su monte santo. Selah
Salmo 3:4
By pastor Juárez
Cuántos regalos tendrá Dios en los cielos y no nos hemos dado cuenta, y ahora nos encontramos en situaciones desesperantes, siendo acosados por enemigos, toda clase de mal, por enfermedades, por deudas, problemas con los hijos. Parece que no hay escapatoria no hay salida, pero El Señor ayudó a su siervo David y también nos puede ayudar a nosotros.
Había una vez un maestro que vio como un alacrán se estaba ahogando. Decidió sacar al animalito del agua, pero cuando lo hizo el alacrán lo pico. Ante el dolor lo soltó, por lo que el animal de nuevo se estaba ahogando… entonces intento sacarlo y otra vez lo volvió a picar. La escena se repitió varias veces: sacarlo del agua, ser picado y soltarlo. Alguien que observa le dice: ―¡Cómo es terco!‖. ¿No entiende que cada vez que lo saque del agua lo va a picar? Entonces el maestro le respondió: ―la naturaleza del alacrán que es picar… no va a cambiar mi naturaleza, que es ayudar‖. (Tomado de Enseñe con ilustraciones.)
Clame al Señor y habrá respuesta, no lo dude. El siempre está atento al clamor de sus hijos.