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Un Sermón Corto #5 – El Afan Y La Ansiedad



Notas de sermón:

Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido?

Mateo 6:25

Introducción: En las últimas horas, Estamos rodeados de noticias que nos ocasionan dolor y que pueden abrumarnos con preocupaciones. En efecto, nuestra sociedad está asediada por el temor; basta con escuchar, leer o ver las noticias para enterarnos de eventos aterradores que ocurren en el mundo. La pandemia está incontrolable, millares de personas están muriendo. Pese a todo eso, el pueblo de Dios ha sido llamado a vivir sin temor y confianza en El. Pero como podemos estar calmados en medio de amenazas a nuestra vida, debemos confiar en el Señor Jesús por que nos ha prometido protegernos, fortalecernos y el siempre cumple sus promesas.

“Si le apuntas a la nada, siempre le pegarás” Vivir la vida sin propósito es uno de los grandes desperdicios de la vida. El creyente no debe vivir vidas sin planificar. Debemos poner en orden las prioridades de nuestras vidas. Hay algunas cosas que son medulares para la vida. Hay áreas en nuestras vidas que debemos trabajar con ellas porque son el fundamento para las demás cosas de la vida. Por supuesto, que uno no nace con la capacidad de discernir entre algo que tiene valor y lo que solo parece que vale la pena. Pero cuando tu vida está centrada en Cristo todo lo demás cae por su cuenta. Las enseñanzas de Cristo siempre iban directamente a la realidad que la gente experimentaba. En ese tiempo el pueblo judío la mayoría vivía en la pobreza. Para muchos el tema del hambre y la falta de abrigo era una realidad que les afectaba mucho. Así vemos como los milagros de Jesús atraían a mucha gente. El desafío de Jesús en contra de la ansiedad por tener las cosas más necesarias les afectaba profundamente, especialmente a los que no sabían si comerían o no el día siguiente. Jesús quería alimentar algo más que el cuerpo. Veamos estas tres observaciones.

I.   El Evangelio nos revela que la persona es de más valor que lo que tiene. v.25

  1. Mientras el hombre con hambre se desespera por conseguir el alimento, Jesús quiere enseñar a sus seguidores que el hombre es de más valor que todas las riquezas del mundo. Jesús no enseña que no debamos ocuparnos por las cosas materiales o que no debamos pensar nunca en nuestro futuro sin tomar precauciones. Algunos piensan que “vivir por fe” excluye cualquier tipo de prevención para el futuro. La misma ilustración del Señor de las aves que no han de limitarse a estar posadas en las ramas de los árboles, sino que tienen que ir en busca de su alimento indica que debe existir una actividad para poder alimentarse. Pero una cosa es ocuparse y otra es afanarse (Fil. 4:6-7). “Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas todas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias, y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.
  2. ¿Qué es afanarse? es dedicarse con empeño a una tarea o a la obtención de algo. El afán produce agotamiento, tensión y muerte. Jesús quiere que le demos todos nuestros afanes y ansiedades a El, eso es lo que usted tiene que hacer, debe dárselos al Señor. Ahora estamos encerrados en nuestros hogares por el coronavirus y no sabemos cuándo va terminar este encierro y nos produce afán y ansiedad y pensamos ¿y si algo terrible pudiera suceder? Piense que ahora el asunto está en manos de El no en las suyas. Ahora es cuando empezarán a ocurrir cambios en su vida, esos problemas que lo agobian empezarán a solucionarse. Libera a Dios para quitarle ese afán que lo tiene preocupado a usted, el poder del Señor empieza a operar porque usted ha echado sus afanes sobre El. Usted deberá entregarle sus afanes al Señor porque él no se los quitará, usted debe echárselos a El. Entréguele todo a El y no podrá afanarse más, échele el problema de la comida, de la ropa.
  3. Jesús responde si estás afanado por estas cosas: has perdido la vista de la grandeza de la vida. La vida no fue dada en primer lugar para los placeres físicos, sino para algo más grande: el disfrutar y gozar de Dios. La vida no fue dada para que tengamos la aprobación de la gente: sino para algo más grande, la aprobación de Dios. La vida no fue dada en primero para la extensión en esta tierra sino para algo más grande: la eternidad con Dios.

II. La Naturaleza Revela la benevolencia de Dios al cuidar de su creación. V. 30

  1. Cuando los tiempos son difíciles, es la ocasión para conocer más los atributos de Dios como proveedor, porque siempre nos va a sorprender al actuar de manera milagrosa para darnos el sustento necesario y para colmarnos de bendiciones.
  2. dependemos de la mano bondadosa de Dios, a la vez que su poder hace que tengamos el sustento, porqué aunque tenemos un enemigo que quiere vernos mal, Dios no puede ser impedido por él para mantener a toda su creación con todas sus bendiciones. No tengamos miedo, de qué será de nosotros el día de mañana ante tantas necesidades que hay en el mundo, porque Dios de una u otra manera cumplirá su plan en nuestra vida y nos hará estar bien con lo que disponga darnos o con lo que disponga no darnos. “He aquí, los ojos del Señor están sobre los que le temen, sobre los que esperan en su misericordia” (Sal. 33:18, 19). Isaías 43:2-4 que dice: “Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo, y si por los ríos, no te anegarán; cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama te abrasará. Porque yo soy el Señor tu Dios, el Santo de Israel, tu Salvador; he dado a Egipto por tu rescate, a Cus y a Seba en lugar tuyo. Ya que eres precioso a mis ojos, digno de honra, y yo te amo, daré a otros hombres en lugar tuyo, y a otros pueblos por tu vida”. Dios gobierna las cosas que creó (v. 2) y las personas que creó (v. 3) a favor de Su pueblo (v. 4). Jesús apuntó hacia la naturaleza para mostrar la mano bondadosa de Dios a favor de su creación. Jesús nos recuerda que hay muchas cosas fuera de nuestro control; por ejemplo, nuestra estatura, y perderemos el tiempo tratando de lograr algún cambio. Pero en cosas donde sí podemos realizar cambios, como en lo que vestimos, o lo que comemos, fallamos si ignoramos que Dios es el que provee para todas nuestras necesidades, y lo hace abundantemente. La vestidura que Dios da es superior pues sirve por la duración de la vida y este es el punto crucial.

III. El Hombre es propenso a dudar y desconfiar de Dios.

  1. Si la respuesta de Dios a nuestras necesidades fuera instantánea, no habría más necesidad de ejercer la fe, dijo alguien y todos se convertirían al cristianismo en masa. Jesús no niega que podamos pasar necesidades, el pueblo de Dios pasó por hambres, sequías, pestes y muchas otras adversidades.
  2. Las ansiedades y las adversidades de la vida nos hacen desviarnos del eje central de lo que verdaderamente es importante, perdemos la perspectiva de lo real como es, deja ver lo que la ansiedad mira, no lo que Dios quiere mostrarle. Una persona que no tiene esperanza para mañana muestra desconocimiento de Dios quien promete estar con usted todo el tiempo. Los problemas siempre conducen a la desconfianza de Dios por sus hijos. Este es el pecado fundamental de los israelitas, Dios los había preparado, pero dudaron de que Dios proveería alimento y sustento y desconfiaron que El, les daría la victoria al entrar a Canaán. Su desconfianza los llevó a caminar cuarenta años por el desierto, la desconfianza los llevó a perder esa bendición. Jesús nos está desafiando a poner nuestras necesidades en la prioridad correcta, buscad el Reino de Dios y su justicia, poner el reino en primer lugar no significa que los quehaceres de la vida se evaporan como el rocío de la mañana. Jesús dice: “buscad primeramente” el Reino». Sería una falta de responsabilidad no tomar las precauciones razonables para el bien de nuestra familia (por ejemplo, tener fondos de emergencia ahorrados, almacenar comida para los tiempos de emergencia, tener velas y lámparas en caso de falta de electricidad, etc…). Pero esas precauciones no deben consumir nuestra vida. En su sentido más básico, el reino no es un lugar, ni tampoco una institución como la iglesia. Sobre todo, el reino es el dominio y la soberanía de Dios sobre los que confiesan ser Sus hijos. Mientras el mundo vive bajo el dominio de Satanás (2 Corintios 4:4; Efesios 2:2), el cristiano vive bajo la sumisión a su Padre Celestial (Romanos 6:16-17). La mayor expresión del reino de Dios, no fallamos si nos dedicamos a oír, memorizar y a poner en práctica Sus enseñanzas con humilde obediencia.

Conclusión: La realidad es que la vida es muy corta y muchos han lamentado desperdiciar su vida viviendo con ansiedad, en lugar de alcanzar los benditos objetivos del evangelio y del reino celestial como la principal prioridad. Lo mejor que todo cristiano puede hacer es comprometerse a vivir centrado en Cristo antes que sea muy tarde y tenga que decir: «No tengo contentamiento» (ver Eclesiastés 12:1). Tienes que confiar en Jesús primero, y entonces verás el Reino de Dios te invito a que vengas a Jesús y le des tu vida.

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