Todo pámpano que en mí no lleva fruto, lo quitará; y todo aquel que lleva fruto, lo limpiará, para que lleve más fruto.
Juan 15:2
By Pastor Juárez
Hace unos días disfruté y compartí una buena cosecha de rosas rojas que sembré en una esquina de mi jardín y han producido en abundancia. No la cultivé con cuidados, no la fertilicé, y el agua que recibió fue la lluvia específica. Y le pregunté al señor que cuida de cortar el zacate de la casa y me dijo: Esa es la razón, esta clase de rosas necesita la peor tierra del jardín, y si el terreno es arenoso y pedregoso es mejor y nada de fertilizante, y pódelo hasta dejarlo sin ramas, y siempre le daremos lindas rosas.
Esta clase de rosas es como la vida de muchas personas. Las dificultades difíciles belleza en sus almas, prosperan en medio de los problemas, las dificultades hacen florecer lo mejor de ellas. Vivir con comodidad, holgura y admiración las hace estériles. (L.B. Cowman. Manantiales en el desierto). Usted es una planta deliciosa para El Señor, le da su amor, perdón de pecados, provisión, palabra de vida diaria, una familia para disfrutar la vida y mucho más y multiplicarnos como Dios quiere.
Las plantas y flores más bellas florecen tanto en el terreno más arenoso y pedregoso, como en el fértil. Dios es el jardinero.
Gracias hermana, bendiciones.
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