Grandes triunfos da a su rey, Y hace misericordia a su ungido, A David y a su descendencia, para siempre.”
Salmo 18:50
By Pastor Juárez
Estas son palabras de uno de los hombres que sabían lo que era confiar en Dios, hombre talentoso y versátil de la Escritura. Fue pastor, Rey, poeta, general del ejército y músico. Es el Rey David, ungido de Dios; dirigió estas palabras a Dios después de algún tiempo de ser perseguido por sus enemigos y haber sufrido de manos de Saúl.
Es maravilloso tener un problema grande, Dios siempre oye y nunca olvida, Cuando calla no significa que El no está escuchando y haciendo planes. Nuestra esperanza no está en manos de los gobiernos de los hombres. Los problemas en la vida tienen que ser extremadamente duros como para sacar a luz nuestro carácter. Atravesar campos de batalla y tormentas arrolladoras para experimentar el favor, el cuidado, la protección y la liberación gloriosa de nuestro Padre Eterno.
Si, Dios siempre llega a tiempo, El no llega antes o se atrasa. Somos bienaventurados cuando esperamos en El y no perdemos la esperanza en Dios.
Cambia la tempestad en sosiego, Y se apaciguan sus ondas. Salmo 107:29
Amen hermana.
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