Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de parte de Dios; porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni él tienta a nadie.”
Santiago 1:13
By Pastor Juárez
La tentación, la maldad y la corrupción son manifestaciones de nuestra naturaleza humana y carnal. Hemos visto familias destrozadas, con enfermedades, con una conciencia atormentada… estas son solo algunas de las consecuencias de ceder a la tentación.
Hay una bendición especial en sobreponerse a la tentación, un personaje que no respondió bien a la tentación fue Eva, cuando fue tentada por Satanás para que comiera de la fruta prohibida. Génesis 3:6 dice: “Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió. Y dio también a su marido, el cual comió así como ella.” Debido a que Eva cedió a la tentación y compartió la fruta prohibida con su marido, fueron expulsados del Huerto del Edén y nuestra lucha con el pecado comenzó.
Pero también tenemos varios ejemplos de personas que respondieron correctamente ante la tentación: El profeta Eliseo rehusó que le pagaran cuando realizó una curación milagrosa en 2º Reyes 5:16: «Más él dijo: Vive Jehová, en cuya presencia estoy, que no lo aceptaré. Y Naamán lo instaba que aceptara alguna cosa, pero él no quiso.»
Dios nos capacita para resistir a Satanás, y junto con la tentación con la que has sido sorprendido Él también te proporciona la salida.