Sin embargo, para no ofenderles, ve al mar, y echa el anzuelo, y el primer pez que saques, tómalo, y al abrirle la boca, hallarás un estatero; tómalo, y dáselo por mí y por ti. ”
Mateo 17:27
By Pastor Juárez
Todos tenemos una historia previa al llamado de Dios. Pedro había sido pescador, Jesús le había dicho Sígueme y Pedro dejó su negocio de pesca y le siguió. Si el llamado a seguir a Cristo es genuino, una persona estará dispuesta por fe a obedecer, es decir, a hacer las cosas que Dios exige.
Pedro renunció a sus medios de subsistencia, del mantenimiento de su hogar, sin contar con el dinero que serviría para pagar los impuestos. Pedro dejó todo por seguir a Cristo. Llegó el momento de pagar los impuestos y Jesús por tanto mandó a Pedro a pescar. El primer pez que muerda el anzuelo tendría en su boca un estatero, moneda equivalente a cuatro dracmas, cantidad exacta para pagar el impuesto de Jesús y Pedro. Jesús conocía muy bien la necesidad de Pedro, en la vida hay recompensas que no imaginamos tener un día. Él está atento siempre a los suyos y los que están con Él serán recompensados.
Siempre está con nosotros haciendo suyas nuestras preocupaciones, nuestras tristezas y nos da la alegría de los que otros pudieran tener.