Y lo que hubiere quedado de la casa de Judá y lo que hubiere escapado, volverá a echar raíz abajo, y dará fruto arriba.”
Isaías 37:31
By Pastor Juárez
Estamos sacudidos por la tormenta del coronavirus. Pero se mantiene viva la esperanza, no ha muerto. Nos acecha el virus y nos amenaza el hambre. Aunque todos pasamos la incertidumbre, sin saber cuándo volveremos a la normalidad, la esperanza sigue viva.
Aunque podamos ser sacudidos por la tormenta de la pandemia y doblados por el viento de la tristeza, no seremos aplastados ni quebrantados. Sin embargo, son tiempos propicios para adaptarnos a situaciones difíciles, para aumentar nuestra fe y para aumentar la esperanza. Son tiempos que nos ayudan a la solidaridad, del emprendimiento y la caridad.
Nunca olvidemos que hemos sido equipados con el poder del Espíritu Santo, quien nos capacita para caminar en sus fuerzas y llevar una vida, sujeta a la voluntad de Dios. Solamente Cristo, quien venció la muerte, el temor, y el hambre nos dará la fuerza para seguir adelante y nos volverá a echar raíz abajo, y dará fruto arriba.