A la mujer dijo: En gran manera multiplicaré tu dolor en el parto, con dolor darás a luz los hijos; y con todo, tu deseo será para tu marido, y él tendrá dominio sobre ti. Entonces dijo a Adán: Por cuanto has escuchado la voz de tu mujer y has comido del árbol del cual te ordené, diciendo: «No comerás de él», maldita será la tierra por tu causa; con trabajo comerás de ella todos los días de tu vida.”
Génesis 3:16-17
Notas de sermón:
El pecado trajo tristeza en el mundo; lo que hizo del mundo un valle de lágrimas. Dios maldijo a la mujer con el dolor multiplicado. Todos los hombres y mujeres tienen cada uno un dolor conocido en la historia; más, sin embargo, es bien conocido el dolor único de las mujeres.
La aflicción es una emoción común a la experiencia humana, y hemos sido testigos del proceso de la aflicción a lo largo del relato bíblico. Mencionaremos algunos personajes como Job, Noemí, Ana y David. Incluso Jesús lloró (Juan 11:35; Mateo 23:37-39). Después que Lázaro murió, Jesús fue a la aldea de Betania donde Lázaro había sido enterrado. Cuando Jesús vio a Marta y a los otros dolientes llorando, Él también lloró. Jesús fue conmovido por su dolor, y también por la muerte de Lázaro. Lo asombroso es que, aunque Jesús sabía que Él iba a resucitar a Lázaro de entre los muertos, Él escogió participar del dolor en medio de la situación. Reconocemos que la aflicción es una respuesta natural al dolor y a la pérdida. Los sentimientos de tristeza son temporales. «Por la noche durará el lloro, y a la mañana vendrá la alegría» (Salmo 30:5).
I. LA AFLICCION ES NECESARIA.
Nos reconforta saber que las aflicciones tienen un propósito y que no las sufrimos por casualidad, accidente o caso fortuito. Parte de nuestra naturaleza humana siempre trata de evitar el sufrimiento a toda costa, sin entender que muchas veces Dios usa la aflicción para poder moldear nuestro corazón. Juan 16:33 Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo. Es curioso que hoy les pedimos a la gente que vengan a Cristo y que
sus problemas se acabarán! Dios va a permitir que suframos, hay que entenderlo, no quiera usted vivir sin padecimientos, a través de ellos vamos a conocer a Dios, lo que Él nos ofrece es su paz, su fortaleza, su consuelo, su sabiduría, su amor! Si de algo puede usted estar seguro es que se encontrará en momentos de angustia, de dolor, situaciones que le llevarán al extremo, son situaciones en las que demostraremos lo genuino de lo que decimos creer. No es un test escrito u oral, es un acto experiencial Esto no debería sorprendernos porque Cristo mismo nos lo advirtió cuando le dijo a sus discípulos “En el mundo tendrán aflicción”. Necesitamos ver nuestra fe siendo refinada y ser animados al rebasar las aflicciones y permanecer firmes en Cristo.
II. ACTITUD ANTE LA AFLICCION.
La actitud de la gente para enfrentar la batalla contra la pandemia actual es únicamente a nivel terrenal, humano, poniendo su confianza en sus vacunas y en sus científicos, pero no tienen la actitud que Dios espera de su pueblo en este tiempo de aflicción, el Señor quiere que su pueblo se humille, lo busque y vuelva su corazón a él. Pero nosotros como hijos de Dios no podemos tener nuestra esperanza que todo esto termine hasta que aparezca una vacuna, pues nosotros tenemos un DIOS TODOPODEROSO. Hagámonos esta pregunta ¿cree usted que Dios no puede parar esta pandemia antes que aparezca una vacuna? ¿Dios no podrá ponerle un alto a esta pandemia? Y la respuesta que todos sabemos es SI, DIOS SI PUEDE (JEREMÍAS 32:27). Pero hay una actitud que Dios está esperando de sus hijos, al igual que cuando el pueblo de Israel estaba cautivo en Egipto. El Señor quiere que su pueblo se humille, que nos arrepintamos y que volvamos nuestro corazón hacia él. Lamentablemente muchos de nosotros aun en este tiempo de aflicción no queremos cambiar nuestros malos caminos, no queremos reconocer nuestro pecado, no nos hemos querido arrepentir y cambiar. Como creyentes en Cristo tenemos que comprender que las medidas más estrictas como usar las mascarillas, lavarnos las manos constantemente, mantener el distanciamiento social, solamente nos servirán para SOBREVIVIR en este tiempo de aflicción, pero si nos humillamos, Dios puede hacer maravillas, puede hacer el gran milagro que esperamos. Tenemos que reconocer nuestros pecados, cambiar nuestra actitud. Muchos cristianos estamos buscando consuelo para nuestras aflicciones donde no podemos hallarlo, pues lo buscamos con nuestros amigos, en paseos, en fiestas o en otros seres humanos, sabiendo que esos recursos humanos están igual o más cargados de problemas y amarguras que nosotros mismos. Debemos reconocer que el único que puede darnos consuelo verdadero es nuestro Padre eterno, no hay nadie más.
III. CONFRONTANDO LA AFLICCION.
En los tres meses pasados desde que se detectó un nuevo coronavirus en China, el planeta se sumió en un mar de catástrofes, sin olvidar el hospital de campaña en Central Park ni la morgue en una pista de patinaje sobre hielo en Madrid. Los recuerdos de las horas más sombrías de la historia reciente han resurgido con esta «guerra» de un nuevo tipo en la que médicos y enfermeros son enviados al frente de batalla. (Informa Teleamazonas) y continúa, Trabajadores sanitarios italianos dejan al mundo estupefacto al relatar que ante la enorme llegada de enfermos a los hospitales se tienen que aplicar políticas de medicina en zonas de guerra y elegir a quienes se salva la vida.
Racviptv Noticias nos dice: Los juicios de Dios están en la tierra. Las guerras y los rumores de guerras, pestes, la destrucción por fuego e inundación, dicen claramente que el tiempo de angustia, el cual irá en aumento hasta el fin, está cerca, a las puertas. No tenemos tiempo que perder. El mundo está perturbado por el espíritu de la guerra.
El estado actual de las cosas muestra que tiempos de perturbación están por caer sobre nosotros. Los diarios están llenos de alusiones referentes a algún formidable conflicto que debe estallar dentro de poco. Son siempre más frecuentes los audaces atentados contra la propiedad. Las protestas se han vuelto asunto común. Los robos y los homicidios se multiplican. Hombres dominados por espíritus de demonios quitan la vida a hombres, mujeres y niños. El vicio seduce a los seres humanos y prevalece el mal en todas sus formas (Joyas de los Testimonios, tomo 3, pág. 280). No sabemos el día y la hora del regreso de Nuestro Señor, pero; En cualquier aflicción que usted esté, sea cual sea su causa y propósito, hay una recomendación para el discípulo de Cristo (el creyente); hacer oración; comunicarnos con nuestro Padre y poner su caso en su trono; esperando su respuesta e intercesión; y que pueda usted conocer que es lo que sucede. Y si no es evitable, que le de la gracia de estar gozoso en la aflicción, dando gracias a Dios; y pueda usted entender prontamente la causa y propósito de lo que estamos viviendo.
NOS SENTIMOS PREOCUPADOS POR LO QUE ESTA SUCEDIENDO, y es lógico que nos preocupe, pues no lo podemos controlar, es algo que está fuera de nuestro control, pero no para nuestro Señor. En lo cual vosotros os alegráis, aunque ahora por un poco de tiempo, si es necesario, tengáis que ser afligidos en diversas pruebas, para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro,el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo. 1ª Pedro 1:6-7. Le invito a que se acerque a Cristo Jesús ahora mismo y lo acepte como su Señor y Salvador y Él le dará la paz que usted anda buscando, oremos para que se haga la voluntad de Dios en usted.
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