Tocad trompeta en Sion, y dad alarma en mi santo monte; tiemblen todos los moradores de la tierra, porque viene el día de Jehová, porque está cercano.
Joel 2:1
Notas de sermón:
En el Pacto Antiguo, el primero del mes séptimo se debía tocar trompeta en Israel por mandato divino para llamar a la gente a que se congregue como asamblea o por alarma. La razón por la que se realizaba este “toque de trompetas” es porque esto debía ser un anuncio y advertencia para el pueblo de Israel, de que en diez días se iba a realizar el Juicio simbólico o Día de Expiación o Servicio Anual (el 10 del mes séptimo). Con el toque de trompetas se daba una oportunidad para que los israelitas que habían descuidado su preparación—el Servicio Diario—para el día de expiación, se despertasen de su letargo espiritual y se pusieran a cuentas con Dios antes que el Juicio les sorprenda como ladrón y sea demasiado tarde. En el contexto de nuestro sermón, nos interesa solamente dos tipos de “toque de trompetas”: Una para guerra y la otra para arrepentimiento. Joel predice el futuro a la luz del tiempo presente. Damos alarma porque el pueblo de Dios corre peligro, ya que el Juicio está a las puertas, lo que significa que muy pronto nuestros casos serán tomados, y nuestros Libros serán abiertos delante del Juez Eterno (Daniel 7:10). Es en este sentido que corremos peligro, pues el pueblo de Dios se está descuidando, sin tener convicción genuina de pecado. La descripción impactante que sigue muestra lo que acompañará a las devastaciones causadas por las langostas, pero también puede describir los efectos de la desolación de la tierra a manos de los caldeos. Solo cuando hay humildad y un genuino arrepentimiento en la persona, mueve a Dios a misericordia.
I. LA INVASION DE LAS LANGOSTAS.
Encontré una descripción de lo que representa el capítulo dos de Joel en (tomando respuestas) Judá, la escena para el libro, es devastada por una gran horda de langostas. Esta invasión de langostas destruye todo – los campos de grano, los viñedos, los jardines, y los árboles. Joel describe simbólicamente a las langostas como la marcha de un ejército humano, y ve todo esto como el juicio divino que viene contra la nación por sus pecados. El libro se destaca por dos grandes eventos. Uno, es la invasión de langostas, y el otro, el derramamiento del Espíritu. El cumplimiento inicial de esto es citado por Pedro en Hechos 2, habiendo tenido lugar en Pentecostés. Una terrible plaga de langostas es seguida por una severa hambruna a través de la tierra. Joel usa estos acontecimientos como catalizador para enviar palabras de advertencia a Judá. A menos que la gente se arrepienta rápida y completamente, los ejércitos enemigos devorarán la tierra como lo hicieron los elementos naturales. Joel exhorta a todo el pueblo y a los sacerdotes de la tierra a ayunar y humillarse mientras buscan el perdón de Dios. Si ellos respondieren, habrá renovadas bendiciones materiales y espirituales para la nación. Pero el Día del Señor se acerca. En este tiempo, las temidas langostas, parecerán como mosquitos en comparación, mientras todas las naciones reciben Su juicio. No necesitamos saber si son palabras literales o figuradas, son ejércitos que siempre asaltaban a Palestina asolándola. Nosotros ahora estamos expuestos al gran destructor, hoy con grandes plagas. A veces pensamos que esta pandemia nos hace sentirnos olvidados de Dios, pero el mismo nos salvará.
II. LLAMADO AL ARREPENTIMIENTO. (Joel 2:12-17)
Esta plaga condujo al pueblo a ponerse de rodillas y Dios los oyó, no sin antes reconocer su pecado. Estamos viviendo en un tiempo donde la gente no quiere aceptar responsabilidad por sus hechos, y buscan a quien culpar por su situación. el Arrepentimiento acepta la culpabilidad y decide “separarse” del pecado o de la condición que antes estaba. El Arrepentimiento es esencial, por la cual uno acepta que es un pecador, y que necesita la ayuda y el perdón de Dios. Nadie puede ser Salvo si no se Arrepiente primero. El arrepentimiento es un cambio radical de actitud y de vida. El arrepentimiento no nos condena, sino que produce liberación. El Arrepentimiento cambia el “Carácter” de la Persona porque es seguido por el Nuevo Nacimiento. 2ª Corintios 5:17 dice: “Por lo tanto, si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas. ¡Lo viejo ha pasado, ha llegado ya lo nuevo!” El arrepentimiento es el inicio de una vida entregada a Dios, y reformada por el Poder del Espíritu Santo. Dios quita la langosta y promete una vida de victoria. el mandato de Nuestro Señor Jesucristo de arrepentimiento y fe sigue siendo aplicable para nosotros hoy. Arrepentimiento no es algo que experimentamos en una sola ocasión, ya que el pecado puede penetrar de nuevo en nuestra vida. Juan nos alienta: “Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad” (1 Juan 1:9). En el Antiguo Testamento, el concepto de arrepentimiento está íntimamente relacionado con la idea de que los pecados, es decir, actos de transgresión moral o violación de los mandamientos de Dios, son ofensivos para Dios y causan una ruptura en la relación con él y la comunidad. El arrepentimiento le permite al individuo o comunidad expresar tristeza por los pecados, reconocer que estaban equivocados, y «regresar» a Dios e intentar salvar la interrupción en la relación.
En el Nuevo Testamento, el concepto de arrepentimiento refleja una reorientación similar de la mente lejos del pecado y el comportamiento incorrecto. Tal cambio de mente (μετάνοια, metanoia) refleja una reorientación de la voluntad hacia la obediencia a Dios y un giro (ἐπιστρέφω, epistrephō) hacia la fe en Cristo. (tomado del sermón de Wilfor Galindo Reyes)
III. CONDICION PARA LA BENDICION. Joel 2:18-27
Como recibir la bendición de Dios, esto sólo depende de lo que podemos hacer para que el Señor pueda darnos de lo que él tiene reservado.
Todos queremos ser bendecidos. Buscamos bendiciones de salud, de finanzas, de favores o gracia en ojos de otras personas. Queremos todas las bendiciones que sean posibles. Queremos encontrar el favor de Dios en nuestras vidas. Las bendiciones de Dios nos pueden cambiar la vida pero solo depende de nosotros conseguirlas.
( 1 Pedro 3:8)”En fin, sed todos de un mismo sentir, compasivos, amándoos fraternalmente, misericordiosos, amigables.”
Son las características del carácter de Jesús, Dios demanda qué así como Cristo con su ejemplo nos dio a conocer el carácter que debe tener un verdaderos hijo de Dios, entonces para que nosotros podamos ser verdaderos hijos tenemos que poner en práctica estas características, para que él sea uno con nosotros sus hijos, manifestando a Cristo en todo. Si en nuestro corazón hay maldad para con los demás, Dios no nos estima para bendecirnos, pues sólo los de buen corazón son los que reciben las bendiciones, por cuanto dice la palabra que los ojos de Dios están sobre los justos. es momento de buscar al Seño pero con un corazón sincero y transparente, es hora de cosechar un hábito diario en cuanto a la búsqueda de la presencia de Dios y sobre todo es momento de accionar pero de verdad. Dios quiere bendecirle, este día, pero ¿Está dispuesto a cumplir lo que él Señor está demandando a que haga?, si es así, entonces no se preocupe, porque usted empezará a ver como Dios le bendecirá en gran manera. Entregue su vida a Cristo y Él le promete la vida Eterna, acéptelo como su Señor y Salvador y arrepiéntase de sus pecados. Que tenga muchas bendiciones este día