y allí lo ungirán el sacerdote Sadoc y el profeta Natán como rey sobre Israel, y tocaréis trompeta, diciendo: ¡Viva el rey Salomón!”
1 Reyes 1:34
Notas de sermón:
Al empezar el libro ya el Rey David está en la última etapa de su vida y pone en orden las
condiciones para el próximo rey, quien termina siendo Salomón con la ayuda de su madre
Betsabé. Salomón se recuerda en la historia por ser el rey que, pudiendo haber pedido cualquier
cosa, pidió que Dios le diera sabiduría para reinar. En adición a la gran sabiduría que Dios le
otorgó, también adquirió muchas riquezas y fama. Bajo esta prosperidad Salomón construye el
templo que su padre David había deseado para Jehová. Durante la dedicación del templo Dios
hace un pacto con Salomón, el cual Salomón eventualmente rompe. A diferencia de su padre,
Salomón se dejó llevar por los compromisos y alianzas a sus 700 y más esposas y las culturas de
dónde venían, y cometió el grave pecado de idolatría. El relato con que comienza este libro de los
Reyes básicamente pertenece a la terminación del libro de Samuel, pues es una continuación de la
narración que allí trata de David. Sin embargo, constituye una introducción adecuada del reinado
de Salomón ya que proporciona el marco histórico de la insurrección de Adonías. La razón para
que Salomón ascendiera al trono antes de la muerte de David se debió al intento de Adonías de
usurpar el reino. David, entonces viejo y débil, indudablemente se acercaba al fin de su vida, por lo
que no podía actuar con mano firme en un tiempo de crisis. Por eso el autor comienza con una
descripción del estado físico de David.
I. TESTIMONIO DE LA FIDELIDAD DE DIOS.
Las penalidades de la vida se registran exactamente, como sucedieron: tal como
ocurren en un mundo en que monarcas orgullosos y victoriosos y aun fervientes
hombres de Dios no están libres de recoger la cosecha de las semillas sembradas. La
fidelidad de Dios es verdadera y ha sido demostrada muchas veces. En las Sagradas
Escrituras podemos ver que Dios es fiel y que Su Palabra es verdadera. La raíz hebrea
de donde se traducen las palabras “fiel” y “fidelidad” en el Antiguo Testamento
significa soportar, permanecer, apoyar. Cuando se aplica a una persona, significa una
persona en quien otra puede apoyarse con seguridad. La palabra griega usada en el
Nuevo Testamento significa confiable o digno de confianza. (Tomado del Estudio
Bíblico Aglow God’s Character, p. 27.) 1 Corintios 1:9 dice Dios es fiel…Dios es alguien
en quien uno puede apoyarse con total confianza. No importa el problema que
maneje. Él es firme, tanto en afecto como en
solidaridad. Él es firme en su voluntad de cumplir sus promesas y en llevar a cabo lo
que ha dicho. Cuando Él dice que hará algo, no hay duda alguna que así será. No hay
obstáculo que pueda impedirle realizar lo que ha dicho que haría. Muchos fueron los
reyes que ascendieron al trono de Israel desde la época de Saúl hasta la disolución de
los dos reinos, el de Israel y el de Judá. Ninguno de estos reyes alcanzó el poder y
prestigio que lograra Salomón. Casi mil años antes de Salomón, se le había prometido
a Abraham que su simiente recibiría la tierra de Canaán como herencia, incluyendo el
territorio del norte hasta el Eufrates. Pero esta promesa no se cumplió sino hasta la
época de Salomón. Bajo el mando de Salomón, Israel alcanzó el punto más destacado
de su historia como nación: honor, bienes, poder y respeto entre todas las naciones…
todo fue suyo por causa del talento administrativo del más grande de sus reyes. Sin
embargo, al final de su reinado, Israel estaba en bancarrota espiritual y temporal. Su
prestigio había declinado. Salomón dio lugar a que su amor por lo material y sus
grandes logros como constructor lo apartaran de su antigua devoción al Señor. Por
motivo de que Salomón olvidó su bendición, la perdió.
II. TESTIMONIO DE UNA PERDIDA INCONSCIENTE.
Jesús inicia su ministerio como todos nosotros debemos de iniciar nuestro andar con
el Señor: “con un buen testimonio”. No podemos vivir la vida cristiana sin un buen
testimonio. La vida cristiana es una vida de buen testimonio, y cuando nosotros
pensamos servir al Señor, como debe ser el anhelo de todos, es obligación de todos
trabajar para el reino del Señor. La Palabra de Dios nos enseña que hay cosas que son
más importantes que las que los hombres tienen por importantes en este mundo. Dios
le da más valor a cosas que el hombre no le da. Dios le da un gran valor al testimonio
del hombre. Satanás puede ocasionar nuestra ruina espiritual pervirtiendo nuestros
puntos fuertes, así como explotando nuestras debilidades” (“Nuestros puntos fuertes
se pueden convertir en nuestra ruina”) el seguir la voluntad de Dios es para nuestro
bien. Salomón, un hombre que recibió grandes dones de Dios, pero que al final los
utilizó indebidamente. Poco después de
que Salomón fue coronado rey, el Señor se le apareció en un sueño y le dijo: “Pide lo
que quieras que yo te dé” y El pidió sabiduría, El tener la “sabiduría de Dios”, ¿en qué
forma nos ayuda en las responsabilidades que tenemos en el hogar, en el trabajo, en
los estudios y en la Iglesia? ¿Cómo podemos recibir esa sabiduría? Salomón pidió un
don que le serviría para ayudar a los demás en lugar de solicitar un don con propósitos
egoístas.) El Señor nos da los dones del Espíritu, para usarlos con los demás. Salomón
utilizó las bendiciones dadas por Dios para edificar su propio reino en lugar de edificar
el reino de Dios. ¿De qué manera contribuyeron a la caída de Salomón las bendiciones
de sabiduría, de riquezas y de honor? ¿Han visto cómo esos mismos atributos
contribuyen a la caída de algunas personas en la actualidad? si los hombres se
humillan delante de Dios, Él les ayudará a evitar que sus puntos fuertes se conviertan
en debilidades que el adversario puede explotar para destruirlos…”si somos
humildes y dóciles, dando oído a los mandamientos de Dios, recibiremos guía en
cuánto a la manera de utilizar, para fines rectos, nuestros dones espirituales, nuestros
logros y todos nuestros otros puntos fuertes.
III. TESTIMONIO A LA REFLEXION.
Hay personas que de corazón quisieran entrar al cristianismo, pero jamás llegan a dar el
paso, por el mal testimonio de algunos hermanos. Salomón tuvo 700 esposas y 300
concubinas, muchas de ellas extranjeras que lo llevaron a la idolatría en su vejez, enojando
grandemente a Dios (1 Reyes 11:1-13). 1 Reyes 11:9-10 registra, “Y se enojó el Señor
contra Salomón, por cuanto su corazón se había apartado del Señor Dios de Israel, que se
le había aparecido dos veces, y le había mandado acerca de esto, que no siguiese a dioses
ajenos; más él no guardó lo que le mandó el Señor”. Dios le dijo a Salomón que iba a quitar
su reino, pero por el bien de David, no lo iba a hacer durante la vida de Salomón. También
prometió que no separaría todo el reino. Entre tanto, Dios levantó adversarios contra
Salomón le causaron problemas todos los días de su vida (1 Reyes 11:14-25). Jeroboam,
quien se convertiría en el primer rey de Israel, también comenzó a rebelarse contra
Salomón, pero huyó (1 Reyes 11:26-40). El reino fue dividido bajo el gobierno de Roboam,
hijo de Salomón (1 Reyes 12). Hay lecciones que podemos aprender de la vida de Salomón
que nos ayudan a vivir una vida de victoria.
Nunca hay que dejar que nuestra fe se enfríe, tenemos que aprender a controlar nuestros
placeres. Cuidémonos entonces para que los placeres no nos gobiernen. Empiece a
depender continuamente de Dios todos los días y para todo. Cuando buscamos a Dios con
todo nuestro corazón, lo encontraremos (1 Reyes 3:3-7). Una persona puede tener mucho
conocimiento, mucho conocimiento de Jesús, y sin embargo ser perdido. Los fariseos
tenían mucho conocimiento, y sin embargo eran una generación de hipócritas. ¡Ay!
Muchos han ido al infierno con mucho conocimiento ! Saber sólo para saber más se basa
en la curiosidad. Saber para jactarse de lo que sabes es sólo vana gloria. ¡Conocer y
practicar lo que sabemos es verdadero cristianismo! Una persona puede profesar ser
cristiano, y sin embargo nunca ha cambiado su corazón. Es un hipócrita que parece ser un
buen cristiano, pero está lleno de soberbia y rebelión. El Apóstol Pablo le dice que se
examine a sí mismo. Él dijo que se pruebe a sí mismo para ver si tiene fe salvadora en
Jesús. Si no se examina a si mismo ahora Dios le examinará en el Juicio Final. Dios ve cada
pecado que ha cometido. Él ha escrito todo pecado en su corazón y cada pecado que ha
cometido. Él leerá sus pecados de Sus libros. Cuando usted muera su alma estará delante
del gran Dios y será juzgada. Hoy hemos aprendido de la vida de Salomón y piense en lo
pecaminoso que es su corazón, tan pecaminoso que realmente no se arrepiente y confía
en Jesús. Tan pecaminoso que trata de decirnos aprendiendo las palabras. ¿Estoy
correcto? Entonces debe alejarse del pecado de su corazón y de su vida. Entregue su vida
a Cristo y Él le dará la vida Eterna. Dios es perdonador por su gran amor a Usted, no
importa cuán grave sea su pecado Él le perdonará.