A fin de conocerle, y el poder de su resurrección, y la participación de sus padecimientos, llegando a ser semejante a él en su muerte.”
Filipenses 3:10
By Pastor Juárez
El apóstol Pablo deseaba conocer el poder de la resurrección de Cristo, la comunión de Sus sufrimientos, y la conformidad a Su muerte. La intimidad con Cristo no es ninguna clase de secreto, es el propósito de Dios al crearnos.
Un ateo dictaba una conferencia ante un gran auditorio, y después de haber finalizado su discurso, invitó a cualquiera que tuviese preguntas a que subiera a la plataforma. Después de unos momentos un hombre que había sido bien conocido en la localidad por su afición a las bebidas embriagantes, pero que había sido salvo recientemente, aceptó la invitación, y sacando una naranja del bolsillo comenzó a pelarla lentamente. El conferencista le pidió que hiciera la pregunta; pero el hombre continuó imperturbable pelando la naranja, al término de lo cual, se la comió. Cuando terminó de comérsela se volvió al conferencista y le preguntó: —¿Estaba dulce o agria? —No me pregunte tonterías— respondió el orador con señales evidentes de enojo—. ¿Cómo puedo saber el gusto si no la he probado? El borracho convertido respondió entonces: —Y ¿Cómo puede usted saber algo de Cristo si nunca lo ha probado? — El Exegeta. (Alfredo Lerín. Editorial Mundo Hispano)
La intimidad verdadera con Cristo implica que tenemos sufrimiento, debemos obediencia, hablar con nuestro Padre en oración, leer la Palabra de Dios, y tener fe.
Gloria a Dios hermana.
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Dios es glorificado
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