He aquí, bienaventurado es el hombre a quien Dios castiga; por tanto, no menosprecies la corrección del Todopoderoso.”
Job 5:17
By Pastor Juárez
Los cristianos tienen un privilegio que los inconversos no tienen. Ellos están bajo la disciplina del Señor. La disciplina es la corrección que un padre da a su hijo. Un padre disciplina a sus propios hijos y no a los de otra familia, y presta cuidadosa atención a la educación de sus propios hijos.
Un niño estaba llorando por capricho y oí a su madre decir: «Si tú lloras por nada pronto te daré por qué llorar.» Efectivamente, poco después los golpes que oí de su mano me hicieron comprender que la amenaza había sido cumplida, y aprendí la lección de que cuando nos quejamos por nada, la vara del Señor está cerca de nuestras espaldas y nos hará, probablemente, llorar con razón. Sígueme.net ilustraciones.
Un buen padre desea que sus hijos sean obedientes. Nuestro Padre Celestial, fiel y amorosamente, disciplina a Sus hijos para hacerlos como Él quiere que sean. Instruye y enseña a Sus hijos para que puedan honrar Su nombre. El Señor ama tanto a Sus hijos y les da esta promesa: Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar; Sobre ti fijaré mis ojos (Salmo 32:8). Señor que nunca deje tus enseñanzas. Bendito seas Señor.
Amen, el Senor sea Glorificado.
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