Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.”
Jeremías 29:11
By Pastor Juárez
Todo cristiano necesita tener esperanza. La esperanza es la confianza de que obtendremos lo que deseamos. Nuestra esperanza está puesta en Dios. La esperanza en Dios nos quita el miedo a lo malo que pueda pasar y a la incertidumbre. La esperanza es la mejor medicina que tenemos para nuestra existencia. Eso dice el siquiatra austriaco Víctor Frankl y la Biblia lo confirma también.
Víctor Frankl confirmó su opinión con la experiencia cuando estuvo en un campo de concentración en Alemania durante la Segunda Guerra Mundial. Todos estaban sometidos a las mismas terribles condiciones de trato, trabajo y alimentación. Sin embargo, personas de características físicas similares y bajo condiciones i guales, unos morían y otros sobrevivían. «¿Por qué?», se preguntaba Frankl. Sus investigaciones le ayudaron a determinar que aquellos prisioneros que vivían alimentados por una esperanza lograban sobrevivir; por el contrario, aquellos que habían perdido toda esperanza, morían. Quizá la esperanza consistía en el recuerdo de aquella novia que esperaba en el pueblo para casarse con ella. Aquella carrera que soñaba terminar para ser alguien importante en la sociedad. Aquellos hijos pequeños que le esperaban en el hogar y deseaba con toda su alma verlos para criarlos y educarlos. En fin, mil sueños y esperanzas que pueden alimentar el alma humana y sostenerle en la prueba. Aquellos que las tenían, sobrevivían. Los que las habían perdido, perecían. Los hijos de Dios vivimos en esperanza y como el apóstol Pablo, decimos: «Yo sé a quién he creído y sé que es poderoso para guardar mi depósito para aquel día.» Paul W. Powell 501 ilustraciones.
Cuando ponemos nuestra fe en Jesús, veremos todas las promesas que hay para los que aman a Dios.