Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles.”
Romanos 8:26
By pastor Juárez
Los teléfonos celulares tienen que conectarse a una fuente de poder para recargarlos cuando pierden la energía. Lo mismo sucede con los humanos. Nos cansamos física y emocionalmente durante el día por el constante esfuerzo de las actividades diarias.
Todos necesitamos en algún momento un descanso, un lugar tranquilo en donde podamos recargarnos de energía por las responsabilidades diarias. Que bueno sería que nos recargáramos como el teléfono celular, pero si podemos hacerlo de forma espiritual y para eso está el Espíritu Santo quien se convierte en nuestra fuente de energía espiritual, el texto en mención nos dice que el Espíritu Santo nos ayuda en nuestra debilidad, fortalece a Sus discípulos (Hechos 9:31) El Espíritu Santo nos guiará y nos enseñará la obediencia a la Palabra de Dios en nuestros padecimientos y seremos perfeccionados, tal como Jesús lo fue. (Hebreos 5:7-9) Cuando nos conectamos a Jesucristo por fe verdadera nos conectará a nuestra fuente de energía que es el Espíritu Santo, al Espíritu Santo se le experimenta más como fuerza y poder.
El Espíritu Santo fortalece nuestras vidas produciendo el fruto en nuestras vidas. Cuando Él habita en nosotros, Él comienza a obrar para cosechar Su fruto en nuestras vidas – amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre y templanza (Gálatas 5:22-23).