Y cantan el cántico de Moisés siervo de Dios, y el cántico del Cordero, diciendo: Grandes y maravillosas son tus obras, Señor Dios Todopoderoso; justos y verdaderos son tus caminos, Rey de los santos.”
Apocalípsis 15:3
By pastor Juárez
Para adorar a Dios debemos comenzar a confiar en un Dios amoroso que tiene un plan más grande para nosotros de lo que podemos imaginar. Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren. — Juan 4:24 RVR1960
Debemos buscar en su Palabra todo aquello que nos instruya y nos mueva a vivir para Él, dándole la mejor adoración posible mientras estamos caminando en esta tierra, preparándonos para el día en que estemos en su presencia. La vida humana tiene momentos de alegría, y otros ahogados por las lágrimas, pero en ningún momento hay alabanza para Dios, no hay cantos para Dios y bendecir a los demás. Muchos creyentes gozosos no aprendieron a cantar hasta que los problemas llegaron a ellos. La adoración debe originarse desde adentro, de lo más profundo de nuestro corazón; debe ser fiel, motivado por nuestro amor a Dios y gratitud por todo lo que él es y ha hecho.
Cuando adoramos en Espíritu y en Verdad la adoración es mucho más que un cántico, es demostrar nuestro amor con nuestras acciones, imitando la santidad de nuestro Salvador. Nuestra adoración debe, centrarse en la verdad de todo lo que sabemos de nuestro gran Dios, y sobre todo hacerse no solamente con música si no con nuestras acciones.