Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo.”
Efesios 4:32
By pastor Juárez
En la sociedad existen reglas (Leyes) de convivencia, las leyes sirven para moldear nuestra conducta e incentivar su cumplimiento, y que vienen acompañadas de consecuencias y castigos. Cuando fallamos a ese orden la culpa corre por nuestro ser.
Un cierto rico escocés había prestado en vida mucho dinero a varias personas. Siendo que era muy considerado, trataba con cariño a sus deudores y cuando se daba cuenta de que era imposible que le pagaran, ponía debajo de la cuenta su firma junto con las palabras: “Perdonado”. Después de su muerte, su esposa se dio cuenta que era mucho el dinero que amparaban las notas perdonadas y se dio a la tarea de cobrarlas. Tuvo que principiar juicios legales hasta que el juez; al examinar uno de estos casos le preguntó: –Señora, ¿es esta la firma de su esposo? –Sí –contestó ella–, de eso no hay duda. –Entonces –dijo el Juez—no hay nada que obligue a estas gentes a pagar cuando el mismo esposo de usted ha escrito la palabra “Perdonado”. Si Cristo nos ha perdonado nuestros pecados, en vano se ufana el diablo por traérnoslos a la memoria. “Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús. Tomado de http://www.Encinardemamre.com
El pecado del hombre estorba la comunión con Dios, el perdón quita ese obstáculo, Mateo 6:12 dice: “Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores.” El significado de este texto, en lo que tiene que ver con el perdón, referente a Dios, quiere decir. No te acuerdes más de él. Que este pecado no estorbe mi comunión contigo.