Entonces dijo el rey a la gente de su guardia que estaba alrededor de él: Volveos y matad a los sacerdotes de Jehová; porque también la mano de ellos está con David, pues sabiendo ellos que huía, no me lo descubrieron. Pero los siervos del rey no quisieron extender sus manos para matar a los sacerdotes de Jehová.”
1 Samuel 22:17
By Pastor Juárez
Es probable que nadie de nosotros ha estado exento a caer en las destructivas garras de los celos. David necesitaba la guía de Dios porque el Rey Saúl planeaba mal contra él. Y Dios le dio la dirección que necesitaba para tomar buenas decisiones. Lo más difícil de aceptar es que por los celos la relación entre: Saúl y David se perdió, ya que de los celos lo único que se consigue es una “pelea” y lastimosamente nosotros los cristianos no estamos exentos de esta obra de la carne.
Una definición de celo que encontré es la siguiente: Los celos serían una emoción secundaria, de odio que se prueba por frustración viendo otro gozar de una ventaja que no se posee o que se desearía poseer exclusivamente. Los celos de Saúl además de ser una obra de la carne, demostraban la baja relación que tenía con Dios, ya que una persona de la cual constantemente fluyen celos, es una persona que está descuidando su vida espiritual. Saúl empezó a dar órdenes necias a los que estaban bajo su gobierno.
Nosotros como creyentes en Cristo debemos tener una mente renovada por Cristo y permitir que Él sea el que tome el control de nuestra vida y de nuestros pensamientos. Debemos buscar al Señor para cada decisión.
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