A griegos y a no griegos, a sabios y a no sabios soy deudor.Así que, en cuanto a mí, pronto estoy a anunciaros el evangelio también a vosotros que estáis en Roma.”
Romanos 1:14-15
By Pastor Juárez
El Reino de Dios es la transformación que experimentan en su interior quienes creen en Cristo y ponen su fe en él. Jesús la mayor parte de su breve ministerio en la Tierra consistió en ir de ciudad en ciudad “predicando las buenas nuevas del reino” (Mateo 4:23).
El servir a Cristo amerita una entrega completa a Él. El apóstol Pablo presenta tres declaraciones para predicar el evangelio: Soy deudor, pronto estoy y no me avergüenzo. Para ser portavoz del evangelio se necesita expresar completa sumisión, sujeción y consagración al Señor, y no pensar que le estamos haciendo un favor a Dios. Cuando Pablo sigue al Señor, este mismo lo llamo a servirle. Por esa razón fue llamado, elegido y apartado para anunciar y proclamar y expandir en un lugar específico la palabra de Dios. La actitud de Pablo nos dice que su éxito se debió a que creía plenamente y que estaba bajo la obligación moral de predicar el evangelio.
Así nosotros también debemos reconocer a aquel que dio su vida por nosotros y nos dio vida eterna.