Blog diario

AMARGURA Y DULZURA

sino que según fuimos aprobados por Dios para que se nos confiase el evangelio, así hablamos; no como para agradar a los hombres, sino a Dios, que prueba nuestros corazones.

1 Tesalonicenses 2:4

By Pastor Juárez

Las naranjas amargas provienen de un árbol diferente de las naranjas dulces, el Citrus aurantium. Este árbol se cultivaba en la antigüedad como árbol ornamental o para utilizar sus frutos en cosmética, pero no para el consumo.

La naranja amarga se cultiva desde la antigüedad, como elemento decorativo por su follaje espeso y sus vivos colores, o para usos cosméticos e incluso medicinales. Si colocáramos una naranja amarga con otra dulce, no hay diferencia alguna por fuera. Ambas son iguales, se comparan con nuestra vida cristiana, porque muchos aparentan ser cristianos y no lo son, es todo lo contrario. Analicemos nuestra vida espiritual, examinémonos profundamente y hagámonos la pregunta: ¿Soy el reflejo del carácter de Dios? O ¿sólo lo soy por fuera?

Resulta difícil alcanzar el ideal cristiano con tanta ocupación diaria. Pero debemos poner a Dios en primer lugar y no dejarnos llevar por la corriente del mundo. Así no seremos cristianos de apariencia, sino que seremos cristianos verdaderos. Recordemos que Cristo Jesús pagó en la cruz por nuestros pecados y nos hizo nuevas criaturas.

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