Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que prometió.”
Hebreos 10:23
By Pastor Juárez
La lealtad a Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente, es la base de la vida cristiana, es el cimiento en el cual debemos construir una vida llena de devoción y servicio. Si alguien considera servir a Dios, se requiere que su servicio sea totalmente fiel a Dios.
Pablo le dijo a Timoteo que se siente agradecido con Jesucristo porque “me tuvo por fiel, poniéndome en el ministerio” (1 Timoteo 1:12). Dios nos llama y no importa que hayamos sido perversos, entregados a servir al pecado, pero quiere que seamos fieles en el ministerio de servir a Cristo. Debemos someter nuestra voluntad a Jesucristo nuestro Salvador y Señor. En la práctica tenemos que procurar ser fieles a Dios porque por su gracia nos ha salvado de la condenación eterna. Aquí en la tierra a los soldados que van a la guerra y hacen un buen servicio son recompensados con medallas y títulos de honra, recompensan a sus siervos por su desempeño, servicio, y fidelidad, cuánto más no lo hará Dios por aquellos que se sometan a servirle a Él como siervos “Bien hecho, buen siervo y fiel”.
Dios demanda que nuestro servicio sea con toda nuestra alma y entrega de todo nuestro ser a Él, quien nos da la Vida Eterna.