Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados.”
Isaías 53:5
By Pastor Juárez
El amor de Dios es la parte central de la revelación de Jesucristo al hombre. El amor de Dios es sublime, pertenece a la dimensión espiritual. Ahí encontraremos la paz, el gozo, la realización de la vida, el amor de Dios se representa en Jesús hecho carne.
En la siguiente ilustración veremos el amor de Dios gozando su compañerismo: ¡El Cristo resucitado nos ha encontrado! Camina por la misma senda que vamos recorriendo nosotros, con gloria y majestad. Preguntémonos: ¿De verdad deseamos encontrarlo? ¿Tenemos valor para andar en su compañía? ¿Lo amamos lo suficiente para darle oportunidad de que se nos presente? Un argumento filosófico nos puede convencer de que la resurrección no está fuera de la razón; pero eso no quiere decir que nos hemos encontrado al Señor resucitado. El responde al corazón amante y aunque es verdad que debe existir cierto grado de comprensión intelectual antes de que pueda haber un fundamento para el amor; pero cuando nos hemos convencido intelectualmente, debemos entregarle nuestro corazón si es que ha de descorrerse el velo y si es que hemos de gozar de su compañerismo. Alfredo Lerín 500 ilustraciones. Dios es amor y sin Él nadie podría tener amor, Él se comunica con el hombre por ese medio.
En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó y envió a su Hijo para que fuera ofrecido como sacrificio por el perdón de nuestros pecados. (1 Juan 4:10) Dios es nuestro ejemplo perfecto del verdadero amor.
Bendito sea Dios.
Me gustaMe gusta