Y oyó Dios el gemido de ellos, y se acordó de su pacto con Abraham, Isaac y Jacob.”
Éxodo 2:24
By Pastor Juárez
El ser humano tiene una tendencia al olvido, se olvida del aniversario de bodas, de la cita con el doctor, de orar y hasta de Dios. El acto de olvidar es una acción involuntaria que consiste en dejar de recordar (o de almacenar en la memoria) la información adquirida. (Wikipedia)
Dios no se olvida de las promesas, Dios advirtió al pueblo de Israel para que no se olvidaran de Dios, quien los había sacado de Egipto. El ser humano tiene este problema que se le olvida muy pronto de lo que otros hacen por él. Este problema del olvido de Dios de los creyentes, de lo que Dios a echo por ellos y de todas las bendiciones que Él nos ha dado es muy común en nuestro tiempo. Una de las cosas que hace que nos olvidemos de Dios es cuando nos ha dado prosperidad, parece que nuestro corazón se enorgullece y se vuelve duro y pensamos que nuestras capacidades nos han dado ese poder y nos olvidamos quien fue el que nos prosperó. Otro factor que hace que nos olvidemos de Dios, son las cosas del mundo, siempre estamos buscando satisfacer las cosas de la carne y nos hace olvidarnos de Dios.
Dios siempre oye y nunca olvida, algunas veces calla porque aun no ha llegado el momento preciso para su actuación, Él espera con paciencia que llegue el momento preciso y pueda demostrar su amor y misericordia.