Bienaventurado todo aquel que teme a Jehová, Que anda en sus caminos.”
Salmo 128:1
By Pastor Juárez
El origen de la bendición se encuentra en Dios. Para recibir la bendición de Dios tenemos que cumplir con su voluntad.
Don Pedro, un veterano y humilde cristiano, que vivía solo, se gozaba únicamente en la bendita compañía de su Salvador y Señor. Se las arreglaba sólo percibiendo una modesta pensión ferroviaria. ¡Sólo nunca!, decía siempre Don Pedro, “mi Señor está conmigo”. El puso a prueba muchas veces las promesas de su Señor, y su sencilla fe nunca fue defraudada. Un día se encontró en dificultades. El pago de la pensión se atrasó, ya no tenía nada de dinero y en casa no había nada para comer. Como siempre, elevó a Dios su oración: Señor, tú sabes que no tengo nada para comer hoy, y tengo hambre. Dame lo que necesito. Llegó la hora de almorzar, Don Pedro, tendió su rústica mesa, se sentó, inclinó su cabeza y dio gracias a Dios por los alimentos. No había pronunciado en amén cuando golpearon a su puerta. Era un vecino que traía una fuente llena de pescado cocido. No se ofenda, vecino, ayer fui a pescar y traje tanto a casa que nos ha sobrado, y mi señora me dijo: “Juan, lleva todo esto a don Pedro, puede ser que él lo necesite.” Don Pedro tomó la fuente y elevando sus ojos al cielo dijo: “GRACIAS, SEÑOR” El vecino se fue pensando: Qué atento está hoy don Pedro, siempre me llama Juan a secas, hoy me trató de Señor. Sígueme.net
La palabra de Dios nos dice: Tú eres el que envía las fuentes por los arroyos; Van entre los montes; Salmo 104:10 Las fuentes y los arroyos no nos representan únicamente la gracia infinita de Dios, porque con Él está la fuente de vida. Porque Jehová tu Dios te introduce en la buena tierra, tierra de arroyos, de aguas, de fuentes y de manantiales, que brotan en vegas y montes; tierra de trigo y cebada, de vides, higueras y granados; tierra de olivos, de aceite y de miel; tierra en la cual no comerás el pan con escasez, ni te faltará nada en ella; tierra cuyas piedras son hierro, y de cuyos montes sacarás cobre. Y comerás y te saciarás, y bendecirás a Jehová tu Dios por la buena tierra que te habrá dado. Deuteronomio 8:7-10