No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, él os lo dé.”
Juan 15:16
By Pastor Juárez
Somos elegidos de Dios. Elegidos por Dios mismo, para disfrutar de la promesa de conocerlo a través de Su Hijo, Jesucristo. Dios nos escogió para venir a esta tierra a cada uno de nosotros con un propósito. Dios nos escoge y nos hace como a él le place, no importando cual sea nuestra condición, Dios promete lograr esta transformación mediante su poder.
Transformación que consiste en ser igual a Cristo. Dios nos elige a cada uno de nosotros para la salvación y el desea que seamos transformados a la imagen de Jesús. A Dios le place elegir diferentes personas para ciertas tareas específicas. Él nos eligió aun conociendo nuestros pecados, nuestro egoísmo, y la dureza de nuestro corazón y Él nos eligió por su amor y desea que experimentemos la salvación y la vida eterna. El apóstol Pablo nos dice también que fuimos escogidos, predestinados en amor, “para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo” El apóstol Pablo escribe en Gálatas 2:20: “Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.”
Esta es la obra de Dios en la que entramos cuando somos un completo sacrificio y no vivimos más para nosotros mismos. Dios puede hacer una obra gloriosa en aquellos que son fieles a su llamado.