Sunday Morning Service

El Sermón de la Mañana #119 | Mensajeros Angelicales



Vi volar por en medio del cielo a otro ángel, que tenía el evangelio eterno para predicarlo a los moradores de la tierra, a toda nación, tribu, lengua y pueblo, diciendo a gran voz: Temed a Dios, y dadle gloria, porque la hora de su juicio ha llegado; y adorad a aquel que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas. Otro ángel le siguió, diciendo: Ha caído, ha caído Babilonia, la gran ciudad, porque ha hecho beber a todas las naciones del vino del furor de su fornicación. Y el tercer ángel los siguió, diciendo a gran voz: Si alguno adora a la bestia y a su imagen, y recibe la marca en su frente o en su mano, él también beberá del vino de la ira de Dios, que ha sido vaciado puro en el cáliz de su ira; y será atormentado con fuego y azufre delante de los santos ángeles y del Cordero; y el humo de su tormento sube por los siglos de los siglos. Y no tienen reposo de día ni de noche los que adoran a la bestia y a su imagen, ni nadie que reciba la marca de su nombre. (14:6-11)Después de esto miré, y he aquí una puerta abierta en el cielo; y la primera voz que oí, como de trompeta, hablando conmigo, dijo: Sube acá, y yo te mostraré las cosas que sucederán después de estas. Y al instante yo estaba en el Espíritu; y he aquí, un trono establecido en el cielo, y en el trono, uno sentado. Y el aspecto del que estaba sentado era semejante a piedra de jaspe y de cornalina; y había alrededor del trono un arco iris, semejante en aspecto a la esmeralda. Y alrededor del trono había veinticuatro tronos; y vi sentados en los tronos a veinticuatro ancianos, vestidos de ropas blancas, con coronas de oro en sus cabezas. Y del trono salían relámpagos y truenos y voces; y delante del trono ardían siete lámparas de fuego, las cuales son los siete espíritus de Dios. Y delante del trono había como un mar de vidrio semejante al cristal; y junto al trono, y alrededor del trono, cuatro seres vivientes llenos de ojos delante y detrás. El primer ser viviente era semejante a un león; el segundo, era semejante a un becerro; el tercero tenía rostro como de hombre; y el cuarto era semejante a un águila volando. Y los cuatro seres vivientes tenían cada uno seis alas, y alrededor y por dentro estaban llenos de ojos; y no cesaban día y noche de decir: Santo, santo, santo es el Señor Dios Todopoderoso, el que era, el que es, y el que ha de venir. Y siempre que aquellos seres vivientes dan gloria y honra y acción de gracias al que está sentado en el trono, al que vive por los siglos de los siglos, los veinticuatro ancianos se postran delante del que está sentado en el trono, y adoran al que vive por los siglos de los siglos, y echan sus coronas delante del trono, diciendo: Señor, digno eres de recibir la gloria y la honra y el poder; porque tú creaste todas las cosas, y por tu voluntad existen y fueron creadas.

Apocalipsis 14:6-11

Pastor Juarez

Notas de sermón:                                 

La gente siempre espera un mejor día. Los políticos prometen mejores tiempos si los eligen. Los líderes mundiales se

esfuerzan por encontrar intereses comunes entre las naciones, procurando traer paz y armonía. A todos les gustaría ver el alza del mercado de valores, el descenso del índice delictivo, la terminación del hambre y de la pobreza, la preservación del medio ambiente y el fin del odio y las contiendas. John MacArthur Comentario de apocalipsis N.T.

Pero los esfuerzos del hombre por crear un mundo mejor, aunque bien intencionados, están condenados a la ruina. La verdad es que no un mejor día, sino uno inimaginablemente peor es lo que le espera al hombre y a su mundo. En el futuro, Dios derramará su ira y juicio a una escala nunca antes vista. Solo después que la tierra sea completamente devastada y los incrédulos juzgados, habrá un día mejor, el bendito reino terrenal del Señor Jesucristo.

Los mensajes de Apocalipsis 14:6-11, constituyen una triple amonestación del más profundo interés. EL MENSAJE DE LOS TRES ÁNGELES . Es el último llamado de misericordia que se debe dar al mundo. Este mensaje, da una solemne advertencia a todas las personas que viven en la actualidad. Cada ángel anuncia un mensaje diferente, pero todos unidos tienen el mismo propósito y nos conducen sabiamente a los cambios necesarios de la humanidad para obtener la vida eterna. El primer ángel predica el Evangelio, pero también anuncia juicio (porque la hora de su juicio ha llegado). Debido a que el juicio de Dios es tan evidente en la tierra durante la gran tribulación, no es de extrañar que la multitud de aquellos que son salvos en este periodo no se puede contar (Apocalipsis 7:9-14).

El Evangelio eran todos los protocolos que el sacerdote terrenal del Pacto Antiguo realizaba en el atrio del santuario para poder ingresar al santuario. Todo el ritual simbólico, todos los ritos y ceremonias del Pacto Antiguo, representaban el evangelio.

“En el antiguo ritual que era el Evangelio en símbolos, ninguna ofrenda imperfecta podía ser llevada al altar de Dios. El sacrificio que había de representar a Cristo debía ser sin mancha. La palabra de Dios señala esto como ilustración de lo que deben ser sus hijos: un ‘sacrificio vivo,’ santo y ‘sin mancha’ (Romanos 12:1; Efesios 5:27).” El Evangelio es la experiencia de Cristo en esta tierra como hombre. Y esa experiencia consiste en la manera en que es engendrado, su vida, su muerte, su resurrección, y la ascensión de Cristo (Juan 20:1-17). De acuerdo a 1 Corintios 15:2, el Evangelio fue realizado para nuestra salvación—para la salvación del hombre.

El evangelio es según la fe cristiana la buena noticia del cumplimiento de la promesa hecha por Dios a Abraham, Isaac y Jacob de que redimiría a su descendencia del pecado por medio de la muerte de su Hijo unigénito quien moriría por el pecado de toda la Humanidad y resucitaría al tercer día para dar arrepentimiento y perdón de los pecados a todo aquel que crea en él. El Rey David profetizó que Jesús resucitaría al tercer día sin ver corrupción; David murió y su cuerpo vio corrupción y la tumba de David está en el Monte Sion, pero Jesús resucitó al tercer día cumpliendo la profecía de su resurrección y su tumba está vacía. Era necesario que Jesús viniera a predicar las «buenas nuevas», Mateo dice:

“El reino de los cielos se ha acercado” (Mateo 3:2; 4:17; 10:7)  Porque el mundo, esta,  perdido en el pecado y solo por medio de Él podemos alcanzar la libertad.

Por eso en su predicación del evangelio el Señor Jesús dice: «…Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado.” (Mat 4:17).

Fue Él quien proveyó el camino de la salvación, fuera del cual todo hombre está eternamente perdido. Estas buenas nuevas, por tanto, constituyen con toda propiedad «el Evangelio de Dios»

Isaías 53:7 «Angustiado él, y afligido, no abrió su boca; como cordero fue llevado al matadero; y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca».

Era necesario que Jesús viniera a predicar las «buenas nuevas», por eso Él dice:

“El reino de los cielos se ha acercado” (Mateo 3:2; 4:17; 10:7)

Porque el mundo estaba perdido en el pecado y solo por medio de Él podíamos alcanzar la libertad.

El mensaje del primer ángel y que debía comenzar a darse desde ese momento y que prepararía el camino para el regreso de Cristo es “¡Temed a Dios y dadle gloria, porque la hora de su juicio ha llegado! ¡Adorad a aquel que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas!

Dios nos pide hoy, que, en esta época de maldad, idolatría y necedad, de los seres humanos volvamos a Él, y que entendamos que estamos en la última etapa de la vida de este mundo como lo conocemos.

Siguiendo la secuencia, el segundo ángel anuncia: “Ha caído; ha caído Babilonia, la gran ciudad, porque ha hecho beber a todas las naciones del vino del furor de su fornicación” (v.8).

Babilonia, en el AT, ha sido enemiga de Dios y de su pueblo. Fue esta la que llevó cautivo a Israel (Judá) y profanó el santo templo de Dios, tomando los vasos de oro (Daniel1:2); por tanto, este reino connota idolatría y violencia (persecución). Desde esta perspectiva, Babilonia apocalíptica es un poder que blasfema el nombre de Dios y oprime al remanente (17:5, 14).[4]

En Ezequiel 16, Israel, como pueblo de Dios en el AT, es presentado como “Babilonia” por la apostasía que acarreaba en ese momento, y se lo describe como una prostituta llena de alhajas y de vestidos (vv. 15-18). Según la relación Babilonia-pueblo de Dios (Israel), “Babilonia” implica apostasía. Teniendo esto en consideración, la relación Pueblo de Dios-Apostasía-Babilonia permite interpretar que Babilonia apocalíptica representa a un poder o sistema político–religioso (cristiano), un falso “pueblo de Dios” que está en apostasía, es la cristiandad apóstata. Como ha rechazado la Palabra de Dios, esta no es poseedora de las promesas divinas.

En conclusión, Babilonia apocalíptica representa a toda la cristiandad apóstata. es un anuncio que profetiza su destrucción total (16:19; 18:10, 21), la cual se realizará en el “juicio a la ramera” (18:21-24). Este anuncio tiene como objetivo indicar que Babilonia está condenada. A pesar de su existencia, ella ya obtuvo la condena eterna y todo aquel que permanezca en ella, será destruido (14:10). Es por esta razón que el remanente invita a salir de Babilonia (18:4).

El tercer ángel: el anuncio de juicio contra los adoradores de la bestia.

La advertencia terrible del tercer ángel está dirigida a alguno que adora a la bestia y a su imagen, y recibe la marca en su frente o en su mano. Como se observó en el capítulo 5 de este volumen, a todos se les exigirá, bajo pena de muerte, que adoren a la bestia y a la imagen. Como una señal de lealtad al anticristo y para poder funcionar en su economía mundial, a todos se les exigirá que reciban una marca en su frente o en su mano. Les parecerá a los engañados seguidores del anticristo que reciben la marca, que están apoyando al bando triunfante. Pero el ángel advierte que una terrible suerte espera a los que, a pesar de los juicios y advertencias de Dios, persistan en adorar al anticristo. Una vez más Dios, en su gracia, invita a los pecadores al arrepentimiento en la hora final. Así que los tres ángeles entregan el último llamado de Dios al arrepentimiento antes que lleguen los juicios finales y vuelva el Señor Jesucristo. Pero las advertencias de la gracia de Dios serán desatendidas por la mayoría del mundo pecador. Quizá no haya ilustración tan clara en las Escrituras de la triste realidad de que “los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas” (Juan. 3:19) Post Adventista.

Le invito a que acepte a Cristo Jesús como su Salvador personal y dígale: Señor, permite que en todo momento pueda edificar mi vida sobre esa fe que tengo en ti.

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