By pastor Juárez
No nos dejemos engañar por el enemigo ni desestimemos sus estrategias. Es un ataque de súbito y sutil. Se ha puesto a pensar ¿quién es nuestro enemigo? El se encuentra a nuestro lado. Está listo para darnos lo mejor y supremo, según El para engañarnos, Satanás el diablo es nuestro enemigo, sus métodos son engañosos, el conoce nuestros puntos vulnerables, nuestros defectos, sabe a que punto apelar. La escritura nos dice: “Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo”. (1 Juan 2:16). Nuestro enemigo se propuso tomar el lugar de Dios, dijo en su corazón: En lo alto, junto a las estrellas de Dios, levantaré mi trono…y seré semejante al Altísimo” (Isaías 14:12-14) como resultado, no se halló ya lugar para ellos en el cielo”, y junto con sus ángeles fue arrojado a la tierra. Se convirtió en la serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero. (Ap. 12: 8,9)
Como resultado nuestra vida resulta injusta. Hay que ver el dolor en el mundo causado por el enemigo, cuanta frustración, cuantos sueños truncados por no tener el color de la piel correcto o por no haber nacido en determinado lugar, los más fuertes, sacando ventaja de los débiles.
No nos pongamos al lado del enemigo, porque entrará el pecado como a nuestros padres Adán y Eva, permitiendo la tristeza y la muerte para todos. Solamente Dios demuestra que está con nosotros para bien y vida abundante, el nos dice: De tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Jn 3:16.