By pastor Juárez
Doris y yo nos casamos en el año 1969 y tenemos cinco hijos. Yo provenía de un hogar deshecho por la infidelidad y el alcoholismo, y la pobreza. En esa época sucedieron unos hechos que provocaron su separación por un tiempo, fue algo traumático para mí, después de mucho tiempo de sufrimiento lograron restaurar sus vidas. Eso marcó mi vida y siempre tenía en mi mente cuál sería el rumbo de nuestra vida con mi esposa e hijos.
Los conflictos políticos de El Salvador nos obligaron a irnos a vivir a Estados Unidos, llegando a este gran país teníamos todo para encarar un matrimonio sin conflictos, pero no fue tan sencillo. Pero había alguien que debía determinar mi dirección y mi sentido, cual es mi posición en el mundo, porque darle el nombre de hogar a mi matrimonio.
En esta sociedad consumista la gente no sabe para donde va, ha perdido de vista su origen, han perdido de vista quienes son. Alguien lo expresó de la siguiente manera, tienen cama, pero no tienen sueño, tienen una familia, pero están desconectados por un celular, una gran cantidad de amistades, pero ningún amigo verdadero, están solos; están perdidos, no saben quienes son.
Gracias a Dios el me enseñó el camino verdadero, me enseñó que sin El nada soy, ya mi mente no está atiborrada con preguntas en cuanto al futuro, la vida ya no sería lo mismo para mí, no tenía que continuar así, para experimentar el gozo y victoria en El. La Plenitud de Cristo en nuestra vida y el flujo de su amor es la fuente diaria de poder y gozo.
Ven a Cristo el te ama y dará sentido a tu vida.