By pastor Juárez
Ha llegado el año dos mil veinte y la ciencia y la tecnología van en aumento y los valores y creencias cristianas, parece que son rechazadas. Sólo los que han sido rechazados pueden comprender la oleada de sufrimiento que llegará a la vida de una persona. Ya no hay nada importante, no hay pensamientos que puedan consolar. No hay interés ni esperanza en el futuro, la persona entra en un estado de pánico.
Como cristianos defendemos la resurrección y la inmortalidad del alma. La idea de inmortalidad está cobrando nueva vida, esta vez de mano de la tecnología y de una parte de lo que se llama transhumanismo. Es el intento de transformar sustancialmente a los humanos mediante la tecnología (Definición Antonio Diéguez) Hemos creado un mundo en donde estamos fascinados con la tecnología disruptiva, y estamos olvidando la herencia de nuestros antepasados haciendo a un lado nuestras creencias cristianas.
6 Así dice Jehová Rey de Israel, y su Redentor, Jehová de los ejércitos: Yo soy el primero, y yo soy el postrero, y fuera de mí no hay Dios.
7 ¿Y quién proclamará lo venidero, lo declarará, y lo pondrá en orden delante de mí, como hago yo desde que establecí el pueblo antiguo? Anúncienles lo que viene, y lo que está por venir.
8 No temáis, ni os amedrentéis; ¿no te lo hice oír desde la antigüedad, y te lo dije? Luego vosotros sois mis testigos. No hay Dios sino yo. No hay Fuerte; no conozco ninguno.
Isaías 44:6-8
La tecnología disruptiva es aquella que desplaza a una tecnología establecida por una completamente nueva. Ejemplo los teléfonos inteligentes desplazan a los teléfonos celulares y a las computadoras portátiles. La tecnología debe estar subordinada a Dios y no Dios subordinado a la tecnología.
La tecnología no reemplaza a Dios, no hay si no un sólo Dios (Isaías 44:6-8 ;1Corintos 1:9) véase internamente y vea quien está sentado en su trono.