Como nubes y vientos sin lluvia, Así es el hombre que se jacta de vana liberalidad”.
Proverbios 25:14
By Pastor Juárez
A algunas personas les gusta jactarse de cosas que no tienen. Esto ocurre mucho en nuestra sociedad en estos últimos días.
Cuenta una leyenda que el Rey estaba cazando en un bosque, cuando se encontró con un niño huérfano y ciego que estaba viviendo casi como un animal. El rey sintió gran compasión, y adoptó al muchacho como su hijo, enseñándole todo lo que se le puede enseñar a un ciego.
Cuando el muchacho cumplió veintiún años, el rey, que era además un médico famoso, le devolvió la vista y le llevó al palacio en donde luego de mostrarle toda la magnificencia de la corte, lo proclamó hijo, ordenando a todos que le sirvieran.
Cristo es el Rey que ha encontrado a nuestras almas en el desierto de este mundo pecaminoso. Nos encontró “pobres, ciegos y desnudos.” Nos lavó de nuestros pecados con su sangre. Nos ha cubierto con un manto de justicia. (D.L. Moody)
Ahora en estos días algunas personas, políticos y autoridades de la ciudad realizan campañas para recoger fondos con el propósito de proveer comida y techo a los necesitados y muchos se jactan de las contribuciones y los esfuerzos que hacen por la comunidad. Un gran contraste con lo que hizo el Rey de la anécdota. Los creyentes debemos tener sentimientos semejantes a los del Señor Jesucristo.
Nuestro amor debe derramarse por todo aquel que sufre y dar consuelo al necesitado.
Amen hermana.
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