Porque cual es su pensamiento en su alma, tal es él. Come y bebe, te dirá, Mas su corazón no está contigo.”
Proverbios 23:7
By Pastor Juárez
La negligencia se opone a la diligencia. Ahora bien, la diligencia es necesaria para toda virtud, lo mismo que la elección. La negligencia, está penada por la Justicia, ya sea civil o penal en función de cada caso en particular. La culpa está dada en la omisión de la conducta para evitar o anticipar a ver el daño ocasionado en cada caso.
Era la pena del pastor. En vano le hablaba con amor para ayudarlo a ser más fiel a los cultos. Pero todo parecía en vano. Un día, al visitarlo, lo halló sentado ante el fuego del hogar, calentándose. El pastor, después de saludarlo, se sentó junto a él; y tomando las tenazas se dedicó a tomar todas las ascuas de la hoguera para ponerlas todas separadas unas de otras. El miembro de la iglesia dejó que el pastor hiciera eso y no le dijo nada. El pastor preguntó: –¿Qué les sucederá ahora, separadas cómo están? –Se apagarán, –contestó el miembro. Siguió un momento de silencio. Al fin el hombre habló: –Soy una de estas ascuas, ¿verdad, pastor? –Exactamente –respondió el pastor. Entonces aquel hermano dijo: –Vamos a orar a Dios, pastor, para que no lo sea más desde este día. Y desde aquel día este miembro negligente se mostró más fiel a su pastor, a su iglesia, y a su Señor. (web de recursos cristianos)
El estar dispuesto a aceptar de muy buena gana las responsabilidades y a seguir instrucciones nos ayuda a aprender el significado de la humildad.
Bendito Dios, hermana.
Me gustaMe gusta