Dice el necio en su corazón: No hay Dios. Se han corrompido, hacen obras abominables; No hay quien haga el bien.”
Salmo 14:1
By Pastor Juárez
Vamos a considerar que el ateísmo es un término que denota la falta de religión y el ateo es alguien que no cree que Dios existe. La palabra de Dios explica bien claro y llama necio a quien niega la existencia de Dios, es decir al ateo.
Me dicen que en la ciudad alemana de Hanover está el sepulcro de una condesa que negaba la existencia de Dios y se reía de la sola idea de la resurrección. Para indicar cuál era su desprecio por el cristianismo, ordenó que a su muerte se hiciera su tumba de sólida mampostería cubierta de grandes piedras unidas por gruesas grapas de acero. Sobre esta tumba se grabaron palabras de desafío que decían que por toda la eternidad ella no sería abierta. Un día una semilla cayó en una de las grietas del sepulcro, y pronto comenzó a crecer una plantita. Luego, como si la Naturaleza se hubiese querido reír de la orgullosa atea, poco a poco las raíces fueron penetrando por debajo de los sólidos bloques de piedra, levantándolos y sacándolos de su lugar. Aunque apenas han pasado algunas generaciones desde que el sepulcro fue sellado, una semilla insignificante ha hecho aquello que en un desafío la atea exigió que Dios hiciera. (D.L.Moody)
Jesús tiene autoridad sobre todas las cosas, seamos portadores de este mensaje de salvación para el mundo que desconoce y se aleja de Dios.
Bendiciones hermana.
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