Hijitos míos, no amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad.”
1 Juan 3:18
By Pastor Juárez
Nada en la Palabra de Dios debe despreciarse. Todo lo que está escrito en ella se puede aplicar a nuestra vida. Nosotros no tenemos el derecho ni la autoridad para tener una opinión opuesta a su Palabra.
Micaías era profeta del tiempo de Acab de Israel y de Josafat de Judá. No figuraba como uno de los grandes profetas; sin embargo, era grande. Cuando el mensajero de los reyes le habló diciendo que Acab y Josafat querían que les informara acerca del éxito de la campaña contra Ramot de Galaad, y el mensajero le aconsejó que hablase en el mismo tenor que los demás profetas, entonces Miqueas respondió: «Vive Jehová que lo que Dios me dijere, eso hablaré» (2 Crónicas 18:13). Como consecuencia de su osadía lo encerraron en la cárcel y le dieron «pan de aflicción y agua de angustia». (2 Crónicas 18:26). (Web de recursos cristianos}
Tenemos la bendición y el privilegio de poder encontrar la verdad de Dios a través de su palabra, la Biblia, la cual revela ciertas cosas importantes para el ser humano. 1 Juan 2:4: “El que dice: Yo le conozco, y no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso, y la verdad no está en él…”
Debemos aprovechar toda oportunidad que Dios nos da para testificar de Jesús.
Amén.
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