Vanidad y palabra mentirosa aparta de mí; No me des pobreza ni riquezas; Manténme del pan necesario.”
Proverbios 30:8
By Pastor Juárez
Las riquezas espirituales y las riquezas materiales son incompatibles, una interfiere con la otra. La riqueza y la pobreza no refleja lo que tenemos en nuestras manos; sino en nuestro espíritu. Una persona puede ser feliz con lo poco que le dé la vida. Quienes toman la determinación de poseer cosas materiales y enriquecerse materialmente se perjudican en el significado espiritual, mental y emocional. (Todo lo que el hombre sembrare, eso también segará. Gálatas 6:7) mientras los que son sensibles a sus necesidades espirituales son felices.
No necesitamos riquezas materiales para ser felices, busquemos la riqueza espiritual. La riqueza espiritual es aquella que nos conforta con los dones que nos dio Dios. Hay seres que con poco se conforman y son felices, como Cuando disfrutas su café sin prisas y realmente haya deleite en su aroma. Si nuestra prioridad en la vida es el Reino de Dios, no tenemos por qué inquietarnos por las necesidades materiales”.
Nos preguntamos ahora ¿Cuál va a ser su prioridad en la vida? ¿Dios, o las riquezas?
Bendito sea Dios.
Me gustaMe gusta