Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte.”
2 Corintios 12:10
By Pastor Juárez
Todos los seres humanos tendemos a tener debilidades, y pueden llegar a destruir nuestra vida. La fortaleza de Dios es más evidente en medio de nuestra debilidad, es la armadura que nos habla el Apóstol Pablo que nos pongamos, gracias a eso tenemos la oportunidad de salir victoriosos a pesar de tenerlo todo en nuestra contra (Efesios 6:13-17).
Aquiles fue uno de los héroes principales de la mitología griega. Su madre le sumergió en la laguna Estigia para hacerlo así invulnerable. Esta era una laguna que rodeaba el infierno. Pero al tenerlo agarrado por el talón para que quedara suspendido y que no se hundiera, quedó invulnerable por todas partes menos por el talón. Sus enemigos lo supieron y procuraban atacarle por el talón. De ahí viene la frase famosa de «el talón de Aquiles», para indicar un punto débil. Todos lo tenemos. Somos fuertes en muchas cosas, pero débiles en otras que forman nuestro «»talón de Aquiles», por allí somos atacados y derrotados. Sólo la humildad, reconociendo nuestra debilidad y necesidad y la solicitud del poder y la presencia de Dios, nos pueden ayudar en nuestras flaquezas. 501 ilustraciones. Debemos tener cuidado, aunque nuestra armadura espiritual es la mejor que existe, podemos desarrollar una debilidad. Debido a que nuestra naturaleza pecaminosa e imperfecta sea más fuerte que nuestra resolución de hacer la voluntad de Dios (Salmo 51:5).
Debemos aprender a utilizar las armas que Dios da eficazmente, ya que puede significar la diferencia entre la victoria y la derrota (Efesios 6:14-17)
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Buenos días, gracias por este mensaje.
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