El sana a los quebrantados de corazón, y venda sus heridas.»
Salmo 147: 3
By pastor Juárez
Cuando estamos muy enfermos tendremos que acudir al Hospital para que un doctor nos vea y pueda curarnos. Ahora pensemos en Jesús el Médico de las almas de los hombres, que se inclina a los corazones quebrantados, y con Sus propios dedos llenos de ternura, cierra la abierta herida y la venda con el linimento del amor.
Quienes son los pacientes de ese Doctor y sus enfermedades. La mayoría de ellos sufren de quebrantamiento de corazón. Muchos de ellos han muerto por causa de esa enfermedad. Sin embargo, aquí hay algunos que viven con un corazón quebrantado, y que viven tanto mejor porque su corazón ha sido quebrantado. (Charles Spurgeon) Estos pacientes son quebrantados por la aflicción. Sus corazones han sido quebrantados por la decepción. Algunos son quebrantados por el duelo. El está curando a los quebrantados de corazón, no importa cuál sea el quebrantamiento, Él dice los que tienen corazones quebrantados; con un quebrantamiento de cualquier naturaleza, pues Él sana a los quebrantados de corazón. Pero lo más importante para el quebrantado paciente es que Él sana a aquellos cuyos corazones están quebrantados por el pecado. Cristo sana al corazón quebrantado por causa de su pecado, al corazón que se aflige, se lamenta, deplora y clama por salud del alma.
El Médico de Médicos no lo dejará de ver y sanará su quebrantamiento Él sana a los quebrantados de corazón. Él va donde se encuentren y se revela a ellos como el Consolador y el Sanador.
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