Señor, digno eres de recibir la gloria y la honra y el poder; porque tú creaste todas las cosas, y por tu voluntad existen y fueron creadas.”
Apocalipsis 4:11
By Pastor Juárez
Solo dependiendo de Dios lograremos el éxito. Cuando venimos a Cristo en nuestra condición pecaminosa, debemos venir en humildad. Venimos sin nada que ofrecerle, excepto nuestro pecado y nuestra necesidad de salvación. En la siguiente ilustración que tome de sígueme .net veremos reflejada la humildad de un ayudante en la causa del Señor:
Oyendo un joven campesino, Inglés, que el doctor Morrison, misionero en la China, pedía un ayudante, vino a ofrecer sus servicios a un miembro del comité misionero, quién quedó asombrado de ver a un joven falto de instrucción, y cubierto con malos vestidos aspirar a ser el auxiliar del traductor de la Biblia al idioma Chino. Por otra parte había en este ofrecimiento tanta sencillez, buena fe y resolución, que no se sintió libre para despedirle y acabó por decirle: -Amigo, ni yo ni mis compañeros podemos consentir en enviar a usted a china como misionero, pues para esto se necesita instrucción y dotes especiales que usted no tiene; pero si no le repugna ir allí como criado del señor Morrison gustoso le proporcionamos los medios de acompañarle. -Señor, contestó humildemente el joven, lo que deseo es servir al Señor en China, sea como misionero, sea como criado. Seré, lo que usted disponga que sea, para servicio de mi adorable salvador.
Dios bendijo su humildad, y ratificó su decisión de tal manera, que el joven campesino, pobre e ignorante, llegó a ser más tarde el célebre Doctor Milne; uno de los misioneros más distinguidos de la iglesia contemporánea.
Dios ensalza a los humildes. Debemos aceptar con humilde gratitud y comprometer nuestras vidas para Él y los demás.
Amén
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