y me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón.”
Jeremías 29:13
By Pastor Juárez
Jesús fue con su familia a Jerusalén para la fiesta de la Pascua. Cuando Jesús fue con sus padres a la fiesta de la Pascua, estuvo en el templo con los maestros de la ley. En el viaje de regreso, María pensaba que Jesús estaba con José y José pensaba que Jesús estaba con María. Pero Jesús no estaba perdido. Estaba en El templo, la casa de Dios, era el lugar donde Él quería estar. Los momentos vividos por estos padres fueron sumamente angustiosos. Pero cuantas veces nos ocurre a nosotros lo mismo con Jesús. María y José lo «perdieronۛ». Y nosotros cuantas veces hemos descuidado la devoción, la lectura, la oración y perdemos de vista al único ser que nos ama verdaderamente.
¿Quién no ha perdido alguna vez a Jesús? Por desgracia estamos viviendo una época en la que es fácil perder a Jesús. Los problemas económicos, la crisis de valores, la pandemia, no están golpeando y a veces por muy fuertes que nos sintamos como cristianos la desesperanza se adueña de nosotros y perdemos de vista a Jesús. y no nos queda más que aceptar que hemos perdido a Jesús en el camino. María y José lo encontraron y nosotros cada vez que sentimos perderlo y decidimos buscarlo, lo encontraremos? Nosotros lo hemos perdido a Él, por tanto , debemos regresar al lugar donde sabemos que lo hallaremos. Él estará en su templo, está en su palabra, está en la oración, y en el ayuno, ahí se encuentra esperándonos. Él nos espera siempre así como el Padre en la “Parábola del hijo pródigo” (Lucas 15, 11-32).
Pero usted debe tener el deseo de encontrarlo. Jesús siempre nos espera porque antes de que nosotros lo busquemos y encontremos, él ya lo hizo. Regresemos por el mismo camino, bajo el auspicio de su palabra.