Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores.”
Mateo 6:12
By Pastor Juárez
Como humanos no podemos ser el mejor ejemplo sino estamos dispuestos a aceptar a Jesús y seguirlo como modelo de vida. Humanamente es muy difícil obtener y dar perdón genuino. En más de alguna ocasión a lo mejor nos ha pasado que hemos hecho algo que consideramos no ha agradado a Dios y pedimos perdón, pero realmente no nos hemos sentido arrepentidos.
“Luis XII, rey de Francia, tenía muchos enemigos antes de ascender al trono. Cuando fue hecho rey mandó que se formara una lista de sus perseguidores y marcó en frente de cada nombre una gran cruz negra. Cuando se supo esto huyeron sus enemigos porque creyeron que aquello era una señal de que deseaba castigarlos; pero el rey sabiendo de sus temores, mandó que los llamaran asegurándoles el perdón, y dijo que había puesto una cruz junto a cada nombre para acordarse de la cruz de Cristo y esforzarse en seguir el ejemplo de Aquel que oró por sus asesinos exclamando: “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen”. Dios pone la cruz en un lado y sobre los pecados de los creyentes arrepentidos y los perdona”. Web de recursos cristianos. Y es que llega un momento en donde se nos facilita pedir perdón, y ocurre que va acompañado de un falso arrepentimiento.
El verdadero arrepentimiento lleva consigo verdaderas acciones, confiemos en El Espíritu Santo que nos redarguya de pecado y que nos haga ver que necesitamos restaurar nuestra vida con Dios, y que me lleve al verdadero arrepentimiento. Esa es una acción, que será testigo que mis palabras fueron verdaderas, y que realmente existía un arrepentimiento genuino en mí.